En Guanajuato el arte rupestre fue una práctica que perduró durante varios milenios, aseguró Luis Felipe Bravo Mena, representante de ese estado en la Ciudad de México.

Durante la presentación del libro La Memoria de los Ancestros, el arte rupestre de Arroyo Seco, Guanajuato, el ex presidente nacional del PAN dijo que esta obra editorial muestra la labor de investigación realizada por años por parte de los autores.

El funcionario local destacó el trabajo realizado por Carlos Viramontes Anzures y Luz María Flores Morales, autores del libro, así como del gobernador de la entidad, Diego Sinhue Rodríguez a favor de la cultura.

En el Museo Nacional de Antropología, Bravo Mena informó que el Gobierno de Guanajuato, a través de su Representación en la Ciudad de México continuará apoyando e impulsando el talento guanajuatense como una prioridad de la administración estatal.

Esta obra editorial, sostuvo, muestra la labor de investigación realizada por los autores, donde se muestra que el arte rupestre en la región nororiente de Guanajuato fue una práctica ancestral.

Dijo que la cosmovisión de las sociedades antiguas quedó plasmada en las piedras.

El trabajo recogido en el libro publicado por Ediciones La Rana del Instituto Estatal de la Cultura (IEC), obtuvo el Premio INAH Alfonso Caso 2018 a la mejor investigación, en el área de Arqueología.

Gracias al modelo de gestión patrimonial instaurado en Guanajuato fue posible la preservación y protección de Arroyo Seco, así como la difusión impresa de las investigaciones, dijo.

En este modelo de gestión intervinieron los tres niveles de Gobierno: municipal, estatal y federal y ello permitió la planeación integral de los sitios abiertos al público.

La zona arqueológica de Arroyo Seco se abrió al público en 2018, pero desde 2005 se han llevado a cabo trabajos de investigación en el lugar, ubicado en el municipio de Victoria.

De acuerdo a datos del Gobierno de Guanajuato, se han encontrado más de dos mil motivos pictóricos en el lugar.

LEG