El estancamiento que reportó la economía mexicana en el segundo trimestre del año, se debió a una mayor debilidad del consumo y la inversión, ante las tensiones comerciales a nivel global, así como la incertidumbre que permanece sobre las políticas públicas del país, indicaron los miembros de la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico).
Al dar a conocer la minuta de su última decisión de política monetaria, donde se determinó la reducción de 25 puntos base en la tasa de referencia del banco central, los cinco integrantes de la Junta de Gobierno señalaron que, en un entorno de “marcada incertidumbre”, el balance de riesgos para el crecimiento continúa “sesgado a la baja”.
Además, mencionaron que el entorno económico actual sigue presentando importantes riesgos de mediano y largo plazos, que pudieran afectar las condiciones macroeconómicas del país, su capacidad de crecimiento y el proceso de formación de precios en la economía.
A su vez, puntualizaron que el crecimiento está sujeto a riesgos externos, como el retraso en la ratificación del T-MEC y nuevas amenazas de imposición de aranceles por parte de Estados Unidos a México.
Por otro lado, destacaron el crecimiento se ve obstaculizado por el ambiente de incertidumbre que ha impactado a la inversión privada, derivado de decisiones de políticas públicas de la nueva administración, al igual que de preocupaciones por la inseguridad y corrupción.
Desarrollo importa más que crecimiento: AMLO
El Presidente Andrés Manuel López antepuso la microeconomía y el desarrollo a los resultados del crecimiento económico del país, esto al ser cuestionado sobre el nuevo pronóstico del Banco de México de un máximo de 0.7% para el cierre del año.
“Lo que más me importa es que la gente tenga para satisfacer sus necesidades básicas. A los neoliberales les obsesiona el dato de crecimiento económico y a mí no me dice mucho, porque puede ser que una empresa o un grupo de bancos tengan muchas ganancias, pero ese dinero no beneficia a la gente”, dijo.
jhs