Desde hace un año, la joven sueca Greta Thunberg se convirtió en un símbolo en la lucha contra el cambio climático. Comenzó a faltar a sus clases cada viernes para participar en las protestas afuera del Parlamento de Suecia, con sólo 16 años de edad.
Ese mismo año ofreció un discurso ante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, y su nombre ha sonado para recibir el Premio Nobel de la Paz.
Thunberg, hija de una cantante de ópera, junto con dos adolescentes más, visitó el Salón de la Asamblea General de Naciones Unidas, donde la joven tiene previsto hablar durante la Cumbre de Acción Climática, el 23 de septiembre.
Además, se confirmó que tendrá una reunión con la ministra de Medio Ambiente de Chile, Carolina Schmidt.
“Bienvenida, Greta Thunberg y activistas climáticos a la ONU a Nueva York. Su determinación por la acción climática ha sacudido al mundo, y nos unimos a ustedes para responsabilizar a los líderes. ‘Ciencia, no silencio’”, escribió en Twitter, María Fernanda Espinosa, presidenta de la Asamblea General de la ONU.
La joven vivió una travesía de dos semanas por el Atlántico, pues llegó el miércoles a Nueva York para asistir a la Cumbre tras zarpar del puerto de Plymouth, sureste de Inglaterra, en el velero cero emisiones Malizia II, con el patrocinio de Pierre Casiraghi, hijo de la Princesa Carolina de Mónaco.
Thunberg asistirá además a Santiago, capital chilena, a la Conferencia de las Partes (COP 25) sobre el Cambio Climático, del 2 al 13 de diciembre.
Refresca entusiasmo en América
Inspirados por Thunberg, un grupo de jóvenes de varios países de América Latina se congregaron en Chile para fortalecer los movimientos ecologistas en la región.
En una zona montañosa en Santiago, representantes de Argentina, Bolivia, Chile, Costa Rica, Colombia, Ecuador, México, Perú, Paraguay y Uruguay intercambiaron experiencias sobre acciones y medidas a tomar para presionar cambios en las políticas de sus países.
LEG