Foto: Reuters Los habitantes de los países pobres tienen 2.5 veces más posibilidades de morir de una enfermedad cardíaca que los de los ricos  

El cáncer ha superado a las enfermedades cardiovasculares como la principal causa de muerte en los países ricos y podría convertirse en el mayor asesino del mundo en las próximas décadas, según dos estudios publicados este martes en la revista médica británica The Lancet.

 

Las enfermedades cardiovasculares siguen siendo la principal causa de mortalidad entre los adultos de mediana edad en todo el mundo pues representan más del 40% de las muertes, es decir unos 17.7 millones de decesos en 2017, seguidas del cáncer con 26% de los fallecimientos.

 

Sin embargo, en los países de altos ingresos, el cáncer ahora mata el doble de personas que las enfermedades del corazón, según las investigaciones.

 

Los habitantes de los países pobres tienen 2.5 veces más posibilidades de morir de una enfermedad cardíaca que los de los ricos, de acuerdo con los resultados.

 

El alcance de estos resultados es limitado al haberse realizado únicamente entre 21 países, de los cuales sólo cuatro son considerados ricos: Canadá, Arabia Saudita, Suecia y los Emiratos Árabes Unidos.

 

“El mundo asiste a una nueva transición epidemiológica”, dijo Gilles Deganais, profesor emérito de la Universidad Laval de Québec y coautor de los dos estudios en los que se siguieron a 160 mil adultos en una década (2005-2016).

 

Advirtió que el cáncer podría convertirse en la principal causa más común de muerte en todo el mundo, dentro de solo unas pocas décadas.

 

Según los investigadores, de unos 55 millones de muertes en el mundo en 2017, alrededor de 17.7 millones se debieron a enfermedades cardiovasculares, incluyendo afecciones como insuficiencia cardíaca, angina, ataque cardíaco y accidente cerebrovascular.

 

Un 70 por ciento de los casos de enfermedades y muertes cardiovasculares en el mundo se deben a “factores de riesgos modificable”, como los metabólicos (presión arterial alta, colesterol elevado, obesidad, diabetes, tabaquismo y otros factores de estilo de vida).

 

El equipo de investigadores precisó que sus hallazgos sugieren que las tasas más altas de muertes por enfermedades cardíacas en los países de bajos ingresos pueden deberse principalmente a una menor calidad de la atención médica.

 

La investigación fue parte del estudio prospectivo de epidemiología urbana y rural (PURE), publicado en The Lancet y presentado en un Congreso en París.

 

Los países analizados incluyeron cuatro países de ingresos altos (Canadá, Arabia Saudita, Suecia y Emiratos Árabes Unidos), 12 de ingresos medios (Argentina, Brasil, Chile, China, Colombia, Irán, Malasia, Palestina, Filipinas, Polonia, Turquía y Sudáfrica) y cinco de ingresos bajos (Bangladesh, India, Pakistán, Tanzania y Zimbabwe).

 

 

 

jhs