El pasado 8 de mayo, en este mismo espacio, hablamos de los cuatro ambiciosos objetivos del líder de la Conago:
Elevar la Conferencia Nacional de Gobernadores a rango constitucional, firmar con el presidente López Obrador un acuerdo por la concordia, colaborar para que el país crezca 4% y otorgar a las entidades más recursos fiscales.
En aquella columna también establecimos que de lograrlo, el panista Francisco Domínguez Servién automáticamente se convertiría en líder de la oposición, aspirante presidencial y pronosticamos que sería visto como el responsable coadyuvante histórico, del cambio de régimen.
Pero también escribimos que si fracasaba Pancho, sería recordado como otro portero chafa, que colaboró inocentemente en la goliza lopezobradorista.
A escasos cuatro meses, podemos asegurar que el médico veterinario zootecnista, especializado en reproducción animal, no pudo con el paquete. Sus defensores dirán que es culpa de la 4T y que es imposible negociar con el nuevo Gobierno; pero que nadie se engañe, él y la Conago están completamente rebasados.
Los que alguna vez señalaron a la Conago como contrapeso del poder presidencial se equivocaron, y debemos recordarles que prácticamente ya forman parte siete morenistas de su membresía. Por si fuera poco, la encuestadora Massive Caller -para más detalles, consultar nuestra columna de la semana pasada- advierte que si hoy fueran las elecciones para elegir gobernador en 14 entidades (en juego en 2021), Movimiento Regeneración Nacional podría ganar en 13.
Por eso la Conago está fuera del mapa de negociación del nuevo Gobierno, ni tampoco es escuchada en el aparato legislativo, ahora que se repartirá el dinero, a través del Presupuesto de Egresos de la Federación 2020.
Aunque usted no lo crea, estimado lector, más fuerza tendrán los panistas unidos en Gobernadores de Acción Nacional AC (GOAN) que la misma Conago.
Sus integrantes coinciden en que el país necesita congruencia política, así como trabajo coordinado, rigor técnico y visión federalista, que el grupo plural ya no da, sobre todo porque los tricolores, por decirlo elegantemente, decidieron -así lo ordena su ADN priista- no pelearse con el que firma en la chequera y su gabinete.
La presidencia de la GOAN durará un periodo de cuatro meses y estará abierta a todos los gobernadores emanados del PAN o de cualquiera de sus alianzas. Cabe destacar que esta nueva estructura política será integrada formalmente en el Comité Ejecutivo Nacional del partido.
Hoy la GOAN está integrada por los gobernadores de Aguascalientes (Martín Orozco), Tamaulipas (Francisco García Cabeza de Vaca), Yucatán (Mauricio Vila), Quintana Roo (Carlos Joaquín González), Durango (José Rosas Aispuro), Baja California Sur (Carlos Mendoza Davis), Guanajuato (Diego Sinhue) y Querétaro, y los abiertos opositores a esta nueva figura son los mandatarios de Chihuahua (Javier Corral) y de Nayarit (Antonio Echevarría).
La pregunta obligada, después del nacimiento de esta asociación azul, es si lograrán reciprocidad, y serán vistos como entidades que dan empleos, inversión y confianza al exterior o, de plano, acabarán desunidos como en la Conago. Pronto conoceremos la respuesta.
Eso sí, por congruencia, debería abandonar el liderazgo de la Conago el gobernador de Querétaro, ya que trae doble cachucha (un elemento más para que la 4T no los tome en serio).
Hagan sus apuestas, ¿nos servirá de algo la GOAN?
@GustavoRenteria
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