El anuncio del retorno a las armas de ex líderes de las desmovilizadas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) no sólo amenaza los acuerdos de paz en Colombia, sino que son ahora una fuerza criminal que opera también en Venezuela.
Esta afirmación fue hecha por InSight Crime, una fundación dedicada al estudio de la principal amenaza de la seguridad nacional y ciudadana en Latinoamérica y el Caribe, que explica qué papel juega Venezuela en esta nueva etapa de las ex FARC.
Según su investigación, en el pasado los grupos irregulares colombianos fueron combatidos por los gobiernos de Venezuela, pero hoy el escenario es muy distinto y las disidencias de las FARC y sus líderes son bienvenidos en territorio venezolano, donde tendrían sus operaciones estratégicas y comerciales.
Si bien la materia prima de su principal negocio, la cocaína, sigue en Colombia, su centro de operaciones estaría en Venezuela, donde se supone están radicados algunos líderes de la exguerrilla como Luciano Marín Arango, alias “Iván Márquez” y Seuxis Pausias Hernández Solarte, alias “Jesús Santrich”.
A esto se suma el hecho de que han encontrado en Venezuela una “mina” para fortalecer sus finanzas y reconstruir su ejército, con la explotación ilegal de oro y coltán, además de contar con el reclutamiento de ciudadanos vulnerables dispuestos a servir a su estructura criminal a cambio de un plato de comida.
Esta nueva versión de las ex FARC-mafia, gestada en Venezuela, nació en medio de una tormenta en la que coincidieron tres grupos que tienen enemigos, ideologías e intereses criminales comunes: el gobierno de Nicolás Maduro, la disidencia de la ex guerrilla colombiana y el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
La organización concluye que el Gobierno de Maduro necesita que lo vean como un enemigo poderoso y para eso se apoya de todos sus potenciales “ejércitos” y de los aliados criminales que él cree que estarían dispuestos a defenderlo en caso de una incursión militar extranjera, en tanto, los jefes de las FARC necesitan el territorio.
Disidentes anuncian movimiento, pero “político”
El ex líder guerrillero, Iván Márquez, anunció la creación de una corriente política clandestina a la que denominó “Movimiento Bolivariano por la Nueva Colombia”, que se enfocará en trabajar “para erradicar la corrupción” a través de “revocarles el mandato a politiqueros responsables del caos actual”.
En un nuevo video, de 12 minutos de duración y divulgado en redes sociales Márquez, rodeado de ex jefes de las FARC con los alias de “el Paisa”, “Walter Mendoza” y “Jesús Santrich”, indicó que ese movimiento también trabajará por la paz y un nuevo país.
LEG