Una paz duradera en Mozambique, ante la frágil tregua alcanzada el mes pasado, luego de 15 años de una guerra civil, fueron los deseos del papa Francisco, quien expresó su cercanías con las víctimas de los ciclones que devastaron recientemente el país africano.
En su primer día de visita papal, el líder de la Iglesia Católica se reunió con el presidente mozambiqueño, Filipe Jacinto Nyusi, el cuerpo diplomático en Maputo y representantes de la sociedad civil en el Palacio Presidencial da Ponta Vermelha.
En su discurso, Francisco recordó la larga guerra civil en la que ha estado sumergida la ex colonia portuguesa y reflexionó sobre el acuerdo de paz firmado el mes pasado entre el presidente Nyusi, del partido gobernante Frelimo, y Ossufo Momade, líder de la ex rebelde Renamo, ahora líder de la oposición.
Destacó en el viaje del Sumo Pontífice la visita que hizo a una escuela de surf que bautizó bajo el nombre de “José Sulaimán”, y donde estuvo presente el hijo del ex boxeador mexicano, Héctor, a quien el Papa invitó personalmente.
Francisco expresó su beneplácito por estar de nuevo en África e incluir a Mozambique en su trigésimo primer viaje al extranjero desde el inicio de pontificado, en marzo de 2013, que incluye a también a Madagascar y las islas de Mauricio, países asolados por la pobreza, conflictos armados y desastres naturales.
LEG