LONDRES – La mayor colonia europea de delfines nariz de botella, que habita en el canal de la Mancha, en el océano Atlántico, enfrenta una amenaza más motivada por el hombre; un “coctel tóxico” en la piel y grasa subcutánea que debilita el sistema inmunológico y podría afectar su reproducción.
Un grupo de científicos alertó de un “coctel tóxico” de contaminantes orgánicos y los más altos niveles de mercurio jamás registrados en la piel y grasa subcutánea de unos 82 ejemplares, de acuerdo con una investigación dada a conocer por la revista Scientific Reports.
El Tursiops truncatus es el delfín más conocido de las 30 especies existentes debido a su amplia distribución y protagonismo en espectáculos en acuarios y parques de diversión alrededor del mundo. Al igual que otros cetáceos sufre de los peligros naturales del océano, pero la amenaza más contundente es el hombre.
A pesar de que no es una especie en peligro de extinción, varios ejemplares que habitan el Golfo Normanno-Bretón, en el Canal de la Mancha, entre la costa sur de Gran Bretaña y el norte de Francia, presentan altos niveles de mercurio y otros contaminantes que pueden afectar su sistema reproductivo.
Dichos contaminantes fueron prohibidos entre los años 70s y 80s en la mayoría de los países desarrollados, pero sus propiedades persistentes favorecen su transporte a larga distancia y su remanencia en el agua, el aire y la fauna oceánica más profunda. Entre ellos figuran los denominados PCB (bifenilos policlorados) usados como refrigerantes y lubricantes.
De acuerdo con los científicos, de Francia y Bélgica, debido a que los compuestos pueden disolverse en aceites se acumulan en el tejido graso de los delfines y otros cetáceos, incluso pueden transmitir los químicos a sus crías durante el embarazo y la lactancia.
Señalaron que la elevada concentración de PCB debilita el sistema inmunitario de los delfines y puede alterar su reproducción, lo que llevaría a la disminución del número de crías.
Asimismo los niveles de mercurio en las muestras de piel resultaron similares a las concentraciones halladas en delfines en el mar Mediterráneo y los Everglades de Florida, lugares ya conocidos por sus altos índices de contaminación por ese elemento químico, según la revista científica, con una de sus principales sedes en Londres.
Ante el desolador panorama para la especie, los científicos recomendaron convertir el Golfo Normanno-Bretón en una zona de conservación para la colonia de delfines nariz de botella más grande en Europa.
“Las concentraciones encontradas están entre las más altas reportadas para los cetáceos. Recomendamos encarecidamente que el Golfo Normanno-Bretón sea un candidato especial para el área de conservación porque contiene la última gran población europea de delfines nariz de botella”, citó Scientific Reports.
Aproximadamente 420 delfines nariz de botella costeros habitan el Golfo Normanno-Bretón, lo que hace de esa comunidad la más grande identificada entre las poblaciones de delfines en Europa. El tamaño normal varia de entre 10 y 300 ejemplares.
mvb