Al conmemorarse los 46 años del golpe de Estado en Chile, el pensamiento del presidente Salvador Allende está más vigente que nunca ante el resurgimiento de movimientos e ideologías que se ubican en los extremos, tanto de la derecha como de la izquierda, consideró el diputado federal sin partido, Mauricio Toledo.

Hijo de refugiados chilenos que escaparon de la dictadura pinochetista en ese país, pero nacido en México, Toledo enfatizó que, a casi medio siglo de aquel suceso, las reformas políticas y sociales de Allende hicieron que se transformara ese país: Con la nacionalización de la industria minera y la profunda reforma agraria que hoy tiene a Chile como uno de los más importantes exportadores de frutas y verduras.

Expresó que el ideario del expresidente debería ser retomado en la actualidad por el gabinete presidencial, los gobernadores y la jefa de Gobierno de la Ciudad, así como por todos los diputados y senadores.

Tolerancia, democracia, un poco de utopía, justicia social, equidad y apoyo a los sectores desprotegidos son principios básicos que deben retomar, pero están, un poco, como si siguieran en el proceso electoral, comentó el ex perredista en entrevista con 24 HORAS.

¿Por qué habría que subrayar este acontecimiento ocurrido hace 46 años?

– Hoy más que nunca ante el autoritarismo, que es la base de la ultraderecha y de pensamientos fascistas, no sólo de la derecha, sino también de la izquierda…El pensamiento de Salvador Allende queda más vigente porque creía en las instituciones, tenía una vocación democrática; porque siempre pensó que la mejor decisión debe ser colegiada, siempre le apostó al Senado, a la Cámara de Diputados. Nunca tuvo una intensión de desaparecer un congreso, reducir el parlamento. Nunca pensó en atacar a la oposición, en desaparecerla, perseguirla.

Hoy vemos una Venezuela que se dice de izquierda, que yo no creo que lo sea, que persigue a la oposición y se guía por bases autoritarias…Y peor aún, en el caso de Brasil donde existe un presidente intolerante que tienen rasgos claros del fascismo.

¿Ve a la ideología como arma para enfrentar estas tendencias fascistas a nivel mundial?

– La mejor forma de atacar la intolerancia es con tolerancia; de atacar la antidemocracia es con democracia. Allende siempre llamó al diálogo, a la conciliación, a la reconstrucción de un país. Nunca fue un impulsor de la división.

Era tan talentoso en hacer política que logro ser presidente del Senado en Chile con una minoría socialista. Logró conciliar con la derecha, con la ultraderecha y con los radicales de la izquierda en una época donde las ideologías eran irreconciliables.

Pero hablar de socialismo a mucha gente le espanta

– Yo creo en el socialismo democrático, en el socialismo español, en el socialismo francés, en el socialismo chileno, el que encabezó Ricardo Lagos, Michelle Bachelet, Felipe González, Francois Mitterrand. Un socialismo democrático con equilibrios, con contrapesos; no con caudillismo y control de los medios de comunicación.

Creo en los contrapesos del congreso, en que alzar la voz fortalece la democracia, en que entre más fuerte y robusta sea la oposición, más se fortalece el gobierno en el poder porque le puede hacer ver claramente sus errores.

¿Y México, cómo lo ve?

-Tengo la esperanza de que Andrés Manuel López Obrador va a ser un Presidente demócrata que no persigue a la oposición; va a ser tolerante, fortalecerá las instituciones, luchará por la justicia social, va a crear métodos de economía equitativos y va a luchar para que exista retribución de las riquezas.

Va a permitir el ingreso de la iniciativa privada, pero que (también) va a ayudar a dar facilidades de inversión en materia energética y alternativas, y que todas esas empresas que inviertan, nacionales y extranjeras, crearán justicia social.

Pero no veo a todo el gabinete jalando igual que el Presidente. Hay funcionarios como Marcelo Ebrard que está trabajando de manera extraordinaria; Zoé Robledo trabajando de manera permanente. Pero no todos están a su ritmo, siguen pensando que están en un proceso electoral.

Siguen atacando a la oposición, están guardando sus caras, esperando atacar. Ahí entra el pensamiento de Allende; él nunca dejó de mantener diferencias, pero nunca persiguió a la derecha y siempre trató de convencerlos.

¿Recomendarías que gobernadores, diputados, la Jefa de Gobierno y el gabinete le eche una leída al pensamiento de Allende?

– Hoy más que nunca sí. El pensamiento de Allende tiene ejes de tolerancia de un hombre demócrata, de un hombre que pensaba más en su pueblo, tanto que dio la vida. Son tiempos distintos pero la esencia de justicia social, de tolerancia, de velar por los más necesitados, de ser demócratas es un estilo de vida, no de dientes para afuera.

Frase

Allende permanece en el ideario internacional y se le reconoce por la forma en que sumó y mantuvo la estabilidad a pesar de las intentonas golpistas.

LEG