TÚNEZ.- Las elecciones presidenciales del domingo en Túnez son las más impredecibles en la corta experiencia democrática del país, una contienda que no cuenta con un favorito abrumador en momentos de angustia económica.
No sólo influirá en el enfoque de Túnez en materia de relaciones exteriores y en la controvertida cuestión del gasto público, sino que también pondrá a prueba su modelo de consenso político y la forma en que practica la democracia.
Mientras que en el exterior, especialmente los países árabes, se observa la suerte del partido islamista moderado Ennahda, muchos tunecinos se han visto cautivados por la candidatura de un magnate de los medios de comunicación que fue encarcelado el mes pasado por sospechas de fraude fiscal, y cuya campaña se ha centrado en los pobres.
Sin embargo, tras años de aumento del desempleo, alta inflación y reducción del gasto en servicios públicos y subsidios, muchos tunecinos sienten frustración con la política, lo que aumenta la incertidumbre sobre el resultado y la participación.
“Las cosas no están claras. Todavía no veo un candidato que esté calificado y sea digno de dirigir Túnez”, dijo Houda Ben Ayed, una mujer que esperaba en una parada de tranvía en la capital.
Aunque es poco probable que la votación del domingo produzca un claro ganador, lo que llevaría a los dos candidatos más votados a dirimir la presidencia en segunda vuelta si ninguno de ellos consigue una mayoría absoluta, influirá en las elecciones parlamentarias del 6 de octubre.
La revolución tunecina comenzó con la inmolación de un desesperado vendedor de verduras en diciembre de 2010, y luego con protestas masivas que obligaron al autócrata Zine El-Abidine Ben Ali a buscar el exilio en Arabia Saudí. Estas protestas pronto se extendieron por todo el mundo árabe.
Ocho años después, las elecciones demuestran que el camino de Túnez hacia la democracia ha sido más fluido que en Egipto, Libia, Siria, Yemen o Bahréin, donde la gente trató de seguir su ejemplo para eludir un régimen autocrático.
Los debates televisados entre la mayoría de los 24 hombres y las dos mujeres que se postularon para el cargo fueron muy seguidos por los votantes, que esperan así reducir sus opciones para elegir, lo que dista mucho de las victorias con un 99% de los sufragios de Ben Ali, que ahora yace enfermo en un hospital saudí.
gac