El desplazamiento que ha sufrido el mariachi y la música mexicana, por la llegada de nuevas bandas y géneros musicales, contrasta con el creciente reconocimiento en otras partes del mundo, afirmó Dulce Ordóñez, presidenta de la Fundación Cultural del Mariachi.
“Es un patrimonio la música de mariachi, es una cultura, si tu vas a otro país admiran y aman el mariachi más que aquí; los colombianos se emocionan con los mariachis mexicanos, (los colombianos) somos músicos y estudiamos, pero no tenemos eso que tienen ustedes, que son mexicanos”, señaló Ordoñez, quien además de ser mariachi es periodista.
No existe la carrera de mariachi, pero la realidad es que se necesita mucho estudio y dedicación.
Estudiar en escuelas de música, aprender el repertorio y aprender a cantar están entre las actividades que deben desarrollar los mariachis para tener una buena preparación, dijo en una entrevista para 24 HORAS.
“Todos tenemos que prepararnos, todos los mariachis tienen una formación académica como en cualquier profesión”, señaló.
“Lo más difícil de ser mariachi es la indiferencia de los mexicanos ante la tradición, muchas veces ellos sienten que no son reconocidos como los grandes músicos que son”, dijo Mario Moreno, integrante del mariachi Voz de mi Tierra.
Este género es el más representativo de México, por lo que los integrantes del mariachi Voz de mi Tierra recomiendan a los mexicanos seguir la tradición: “Cantar las de amor o despecho acompañado de un tequila derecho”.
El mariachi fue inscrito como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en el año 2011.
Si bien es incierto de dónde proviene el término, hay una versión de que deriva de una palabra francesa: marriage, que significa boda o matrimonio; en la época de la intervención francesa, los soldados se referían como “marriage” a la música que sonaba en las bodas y fiestas mexicanas, transformándose con el tiempo en lo que hoy conocemos como mariachi.
LEG