Guillermo Vázquez, director técnico de Necaxa, amaneció cómo líder general de la competencia está semana, producto de un muy buen trabajo que ya no es raro en el, con los altibajos normales de su profesión. Pero al ser entrevistado por su liderato se animo con una muy buena declaración, hablando de la poca confianza que hay en el medio futbolístico por los técnicos mexicanos.
Y es verdad, en la Liga MX se perdió la confianza en los técnicos mexicanos. Hoy en día de los 18 equipos sólo hay seis dirigidos por nacionales. Podemos sumarles tres hechos en México y 10 extranjeros.
Hoy trabajan Tomás Boy, Memo Vázquez, Nacho Ambriz, Miguel Herrera, Víctor Manuel Vucetich y Enrique López Zarza asesorado por Raúl Arias. Hechos en México, LaVolpe desde aquel desaparecido Ángeles de Puebla, Ferretti hecho en Pumas y Caballero que se naturalizó, jugó en la Selección y a su retiro sólo dirige en nuestro país.
El número no llega ni a la mitad, creo que como exigimos un menor número de importados en la cancha, nuestros directivos tendrían que también buscar dar más apoyo y confianza a los DT nacionales.
Usted me podrá decir que no hay (lo cual no comparto), que son cartuchos quemados, que son amigos de los promotores, que faltan jóvenes y así muchos puntos de vista.
Lo cierto que varios que han logrado éxitos en sus carreras, hoy están en el equipo de desempleados, observando como se les da oportunidad a técnicos que tampoco podemos decir son muy exitosos fuera de nuestras fronteras, pero eso sí, tienen buen verso, nos presentan “novedosas” formas de trabajar y con ellos si se la juegan, a pesar de que muchas veces los resultados no son buenos.
Platicando con directivos, han aceptado que el jugador mexicano no le cree a los técnicos de nuestro país, lo cual no lo dudo, que falta preparación y actualización de los nuestros, pero sobre todo personalidad.
Al ver la baraja nacional, es verdad que falta renovación, quizás a algunos jóvenes mayor preparación, pero creo que los mismos directivos deberían buscar a los elementos en sus propios equipos con condiciones para dirigir, prepararlos, hacerlos viajar y así formar un camino de renovación desde sus propios planteles.
Yo observó que además del aula, de ser ex futbolistas, o aquellos que sin jugar profesionalmente quieren ser nuestros futuros DT, les falta el ser buenos auxiliares, de ser posible de gente triunfadora. Ejemplo: Memo Vázquez trabajó con Ferretti, Ambriz con Javier Aguirre, Vucetich se preparó con el señor Arnauda, un gran formador, sino pregunten al América de los 80.
Otros como Miguel Herrera se formaron en una escuela como la de LaVolpe, y que decir de los formados por Manolo Lapuente.
Sí falta escuela, pero en la misma banca, nuestro futbol tiene calidad y capacidad, pero nos falta ocuparnos en detalles finos y si hablamos de la formación de futuros futbolistas por los equipos, porque no formar también a nuestros técnicos y darles confianza, estoy seguro que así llegaran éxitos.