El cierre de la aerolínea Thomas Cook no representa un impacto significativo para la industria turística mexicana, pues su aportación de divisas tiene una representación marginal en el total recibido cada año.
La Secretaría de Turismo (Sectur) señaló que esa compañía sólo volaba a Cancún y en 2018 aportó 112 mil 864 asientos de avión, de los cuales 664 asientos provenían de Belfast; 12 mil 739, de Glasgow; 33 mil 548, de Londres y 66 mil 933, de Manchester.
No obstante, indicó que de enero a julio de este año se realizaron 401 vuelos y transportó a 122 mil 894 pasajeros.
Para lo que resta de 2019 se tenía programaba una oferta total de 27 mil 248 asientos: Glasgow-Cancún, dos mil 512; de Londres, seis mil 594, y de Manchester, 18 mil 142.
En un comunicado, señaló que de abril a septiembre era la temporada alta para Thomas Cook en México, pues en ese periodo se concentraba 70 por ciento de su oferta.
Por tanto, la Sectur informó que se dejarán de percibir 23 millones de dólares durante los últimos tres meses del año y en caso de perderse todos los turistas que ya tenían contratado un viaje a Cancún con Thomas Cook.
De ahí que la afectación representaría 0.1 por ciento del total de ingresos anuales, aseguró la dependencia federal.
CS