El presidente Andrés Manuel López Obrador, Morena y los simpatizantes de la Cuarta Transformación pueden estar muy tranquilos por la ausencia total de una oposición estructurada que represente una alternativa seria con capacidad para asumir una eventual alternancia.

Lo que sucede dentro de las filas del Partido Acción Nacional (PAN) y el proyecto político del ex presidente Felipe Calderón muestran el precario estado en el que se encuentra la opción conservadora, quiérase o no, muy necesaria para el equilibrio democrático. A sus ochenta años de creación, el blanquiazul demostró carecer de visión de futuro y de una propuesta consolidada que permita vislumbrarlo como el contrapeso a la aplanadora que fue Morena en las elecciones de 2018 y que refrendó su supremacía este año en los comicios estatales de Puebla y Baja California.

En el marco de su XXIV Asamblea Nacional Ordinaria, el PAN tuvo como plato principal el regreso de otro ex presidente, Vicente Fox, quien dejó de renovar su militancia panista en 2012. En plena decadencia, el guanajuatense difícilmente podrá aportar capital político y las ideas que ese partido requiere para replantear su plataforma.

Que el PAN celebre con bombo y platillo el regreso de Fox a sus filas es signo de que las cosas no van bien. El eje central de la propuesta foxista es “darle en la madre a la 4T”, sin que exista un planteamiento serio o la edificación de una nueva corriente ideológica que represente una opción seria. El dirigente nacional del PAN, Marko Cortés, y la cúpula blanquiazul saben que el ex mandatario, quien no tuvo empacho en darles la espalda en 2012 y 2018, lo único que podrá aportar es exposición mediática y más polarización para el país. Como si eso fuera lo que se requiere en estos momentos.

Felipe Calderón, por su parte, contribuye todos los días, quizá sin saberlo, a fomentar el encono que tanto sirve a sus adversarios. El michoacano no ha entendido que la popularidad que lo acompañó durante su mandato no es la misma y que su calidad de ex presidente lo obliga a mantenerse mucho más al margen del debate público y del enfrentamiento con su enemigo histórico, el hoy primer mandatario de la nación.

Es cierto que la ausencia de liderazgos en la oposición abre la puerta a Calderón para intentar ejercer ese papel. Crear un partido difícilmente será la solución, mucho más si su construcción está basada en dos grandes frustraciones: la inevitable ascensión de López Obrador y la cerrazón del PAN para postular a Margarita Zavala como su candidata presidencial en 2018.

Ni Fox, ni Calderón ni el PAN lograron acabar con el hoy Presidente de la República cuando ejercieron el poder a plenitud.

Difícilmente podrán hacerlo divididos y desde una oposición sin proyecto.

 

Segundo tercio. De 1.5% del PIB fue el costo de la inseguridad en México durante 2018. Información del INEGI destaca que en ese año se cometieron 33 millones de delitos que afectaron a 44.7 millones de hogares, con un monto total de 286 mil millones de pesos.

Tercer tercio. Buenas noticias en términos de aumento de precios. En la primera quincena de septiembre la tasa anual de inflación fue de 2.99%, el mejor resultado en tres años y que se ubica dentro de los objetivos del Banco de México.