Senadores de MORENA quieren desaparecer los poderes de Tamaulipas solo porque senadores del PAN pidieron que en Veracruz desaparecieran los poderes, es decir, una revancha política de quienes tienen mayoría en ese órgano colegiado.
A los senadores de MORENA no les importa que el gobernador tamaulipeco anuncie que la incidencia delictiva bajó 29 por ciento y que las fuerzas de seguridad estatales han crecido en 67 por ciento, lo que ha provocado que esa entidad deje de estar entre las más violentas.
Apenas hace unas semanas el presidente Andrés Manuel López Obrador reconocía que el único lugar que le preocupaba por temas de inseguridad en Tamaulipas era Nuevo Laredo. ¿Qué pasó entonces en la bancada morenista en el Senado que actúan en contrario a lo que el presidente está viendo?
El gobernador García Cabeza de Vaca declaró ante el Congreso de su estado que Tamaulipas no será moneda de cambio ante los embates de la bancada de MORENA en el Senado. Esos obuses se lanzan por la exigencia del gobernador de tener el presupuesto justo para 2020, lo mismo que reclaman los 31 mandatarios estatales restante y, no por eso, se les amaga con desaparecer los poderes en su entidad.
El presidente López Obrador ya pidió a los involucrados sentarse a dialogar y a no usar el amago de la desaparición de poderes como arma política. La secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero ya dijo, en su experiencia como ministra de la Suprema Corte de Justicia, que no procede desaparecer poderes ni en Tamaulipas, ni en Veracruz o Guanajuato. Entonces, ¿a qué juegan los legisladores de MORENA?
Lo preocupante en el caso de Tamaulipas es que ya desde la campaña de 2018, el suplente del doctor y senador Ricardo Monreal, Alejandro Rojas, amenazó con destituir a Francisco Javier García Cabeza de Vaca como gobernador. ¿Es esta andanada de ataques al gobernador y al orden constitucional de ese estado el cumplimiento de la amenaza de aspirante a presidentes de MORENA?
La Letrina. Cinco años han pasado de la desaparición de los estudiantes de la normal Isidro Burgos de Ayotzinapa. Nada se sabe de 41 de los jóvenes estudiantes, dos fueron identificados por sus restos óseos, y el gobierno del presidente López Obrador hace todo para darle paz a los padres de estos muchachos. La perversidad con la que algunos miembros del gobierno de Peña Nieto ensuciaron la investigación y, con ello, hacer justicia.