Su intervención tuvo una duración de casi 16 minutos. En su discurso hubo una crítica a la forma en la se sigue haciendo política. En sus palabras, el mundo ha cambiado y la forma que se ha venido hablando en el máximo foro de las naciones no ha cambiado en 74 años. Aprovechó para tomarse una selfie en el estrado y la compartió en sus redes sociales, mencionando que serían más las personas que verían la foto, que las que escucharían el discurso y no mintió. Estoy hablando de la participación que tuvo el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, en la 74ª Asamblea General de las Naciones Unidas.
En la asamblea de la ONU se trataron temas como el cambio climático —con la participación de la activista Greta Thunberg—, la pobreza, el desarrollo sustentable, la migración, entre otros temas. Pero sin duda, el tema de la comunicación abordado por el mandatario de El Salvador fue un gran acierto, porque puso en el centro de la discusión un tema de carácter mundial, en uno de los foros con mayor relevancia.
El tema es importante por dos razones. Primero, ya que se cuestionó la forma de comunicarse que es cada vez más directa, más democrática y sin filtros. Segundo, porque esto trasciende a la política, debido a que hay un cambio que va de lo local a lo personal. Además, pone como referente el liderazgo del presidente salvadoreño, justo en la coyuntura en que se realiza esta nueva forma de hacer política.
Ésta fue la primer selfie que se toma en el podio de los discursos de la ONU. La imagen, bautizada como #UNSelfie, fue difundida por 722 medios de comunicación alrededor del mundo y publicada en más de 24 idiomas. Fue un gran triunfo para el presidente salvadoreño, ya que esa fue la llave de entrada para que millones de personas en todo el mundo escucharan su discurso. Adicionalmente, en su participación la crítica estuvo presente, porque el mundo está cambiando, la tecnología avanza, pero se sigue haciendo política con el mismo formato obsoleto. “Renovarse o morir”, como sucedió con empresas como Kodak o Blockbuster, mencionó el mandatario. Los tiempos cambian, la política también debe cambiar.
En México cada vez son más las personas que están conectadas. De acuerdo con la ENDUTIH, (INEGI-2018), el 63.9% de la población (71.3 millones de personas) son usuarios de internet, y cada vez es más común su uso para distintas las actividades, desde comprar cosas que llegan hasta la puerta del hogar, pedir comida, hacer transacciones bancarias o mantenerse informado. Incluso, es muy probable que este texto lo estén leyendo desde su teléfono celular. Sin embargo, existe una importante brecha en cuanto a la disposición del servicio. La encuesta anteriormente señalada, menciona que en el área rural, sólo el 40.6% de la población está conectada y es ahí donde existen las mayores carencias. Por lo que para que todos tengan la capacidad de comunicarse y expresar sus necesidades (como la falta de agua, la reparación de caminos y la seguridad), es necesario mejorar la infraestructura, ya que actualmente no es suficiente.
Hace poco criticaron al presidente López Obrador por no asistir a la asamblea de la ONU; no obstante, en palabras de Nayib Bukele, una semana en la ONU es una pérdida de tiempo, porque implica dejar de hacer las cosas importantes que requieren atención en el país. En ese sentido, la tecnología es el futuro, no sólo de la Asamblea General, sino del mundo entero. El presidente López Obrador lo entiende, por eso está impulsando el proyecto Internet para todos, para que todas las comunidades cuenten con el servicio. Aunque aún queda pendiente el reto de la verificación de contenidos, por la gran cantidad de fake news que se difunden en la red con la intención de manipular la información.
Los tiempos cambian, la forma de hacer política también y nuestro país no debe quedarse atrás.
*Arturo Ávila Anaya, presidente IBN/B Analitycs y experto en Seguridad Nacional por Harvard (NIS).