La Comisión Nacional de los Derechos Humanos nació en la década de los noventa como respuesta a los abusos cometidos en detrimento de los derechos fundamentales de las y los mexicanos. Durante su historia, ha sido encabezada por Jorge Carpizo McGregor, Jorge Madrazo Cuéllar, Mireille Roccatti Velázquez, José Luis Soberanes Fernández, Raúl Plascencia Villanueva y Luis Raúl González Pérez, nombrado en 2014, por un periodo de cinco años que concluye el próximo 15 de noviembre.
Por mandato constitucional, le corresponde al Senado de la República, mediante el voto de las dos terceras partes de las y los senadores presentes, elegir a la persona que representará a este importante organismo público autónomo para el periodo 2019-2024. Por ello, el Senado deberá emitir 30 días hábiles antes de que finalice la gestión de González Pérez -4 de octubre-, la Convocatoria para la elección o, en su caso, reelección de la titularidad de la CNDH.
Derivado de lo anterior, la Mesa Directiva del Senado, instruyó a las Comisiones Unidas de Derechos Humanos y de Justicia, dieran inicio al proceso de renovación y emitieran el proyecto de Convocatoria.
Es indispensable que esta elección o, en su caso, reelección, emane de un proceso claro, equitativo, de parlamento abierto, transparente, democrático, participativo y de máxima publicidad. Además, se deberán observar los Principios de París, los cuales señalan la obligatoriedad de asegurar la representación pluralista de las fuerzas sociales, garantizando un procedimiento que ofrezca garantías de legitimidad de las instituciones.
La Convocatoria está dirigida a las asociaciones civiles y organizaciones sociales, instituciones académicas y de investigación, asociaciones, colegios de profesionales, organismos públicos y privados, activistas, promotores, defensores de derechos humanos, víctimas, colectivos de víctimas y público en general, que promueven y defienden la protección, observancia, estudio y divulgación de los derechos humanos, a postular a ciudadanas y ciudadanos, o a quien en lo individual desee proponerse, para ocupar dicha titularidad.
Este proceso cuenta con las siguientes etapas: publicación de la convocatoria; registro de aspirantes; auscultación entre organizaciones sociales representativas de distintos sectores de la sociedad, organismos públicos y privados, promotores o defensores de derechos humanos; comparecencia de aspirantes; propuesta de terna; y nombramiento de la persona titular antes del 31 de octubre.
Se ha trabajado en una Convocatoria innovadora, a fin de que exista total transparencia y pluralidad en el nombramiento de quien protegerá, promoverá y vigilará el actuar del gobierno en materia de derechos humanos. De igual manera, se dispondrán de mecanismos para que cualquier persona interesada pueda hacer llegar elementos de juicio que permita conocer mejor el perfil de las personas aspirantes.
La responsabilidad del Senado de la República no es menor, ya que elegir a la persona que defenderá, los próximos cinco años, los derechos humanos de las y los mexicanos, es una de las atribuciones más trascendentes que tiene la Cámara Alta, y debemos estar a la altura de las circunstancias.