La sesión solemne del Congreso de la Ciudad de México con motivo del 51 aniversario del Movimiento Estudiantil de 1968 y en conmemoración de las víctimas de los hechos ocurridos en la Plaza de las Tres Culturas, inició con un minuto de silencio en memoria de los caídos.
El homenaje de los legisladores locales también fue en recuerdo del filósofo e historiador mexicano Miguel León-Portilla, quien falleció en la víspera.
Durante la sesión se escucharon los posicionamientos de los representantes de los diferentes partidos políticos respecto a los hechos violentos ocurridos en la Ciudad de México el 2 de octubre de 1968 y sus secuelas.
El diputado Miguel Ángel Álvarez Melo, del PES, llamó a quienes acudan a la marcha de este miércoles en la capital del país a no incurrir en actos de violencia contra autoridades, comercios y monumentos históricos.
Llamó a respetar a los ciudadanos que se han ofrecido para hacer un «cinturón de paz» en torno a la movilización y a abstenerse de caer en actos de vandalismo. «Apoyemos al gobierno de la ciudad”, señaló.
De igual forma adelantó que en la sesión del 3 de octubre se propondrá ante el pleno del congreso local una iniciativa de ley para buscar la verdad histórica de los hechos ocurridos el 2 de octubre de 1968.
En tanto el legislador perredista Víctor Hugo Lobo subrayó que «la intolerancia, el autoritarismo, el ejercicio violento contra quienes disienten no debe volver jamás a las calles y nunca ha sido justificable”.
Indicó que el Primer Congreso de la Ciudad de México puede hacer la diferencia si logra, con diálogo, los principios democráticos y de tolerancia para plasmarlos en el marco jurídico de una nueva ciudad.
“Hoy preocupa que el Estado deje a su suerte a los ciudadanos en diversas entidades del país con muertos y desaparecidos como hace 51 años”, subrayó.
Víctor Hugo Lobo criticó el llamado “cinturón de paz” al que convocó el gobierno de la ciudad para inhibir actos vandálicos durante la marcha de esta tarde “cuando los protocolos que se tienen están perfectamente determinados por y para la policía y con los derechos humanos perfectamente garantizados”.
El diputado estableció en tal sentido que “se requieren instituciones fuertes que defiendan a los ciudadanos de quienes no se manifiestan de manera pacífica”.
Finalmente hizo uso de la palabra el diputado panista Diego Orlando Garrido, quien llamó a reflexionar en torno al movimiento estudiantil ante un Estado represor y autoritario.
“Consentir los caprichos del autoritarismo cuando a un presidente no se le impone el límite de la ley puede derivar justamente en masacres de lesa humanidad”.
Garrido López mencionó que vale la pena reflexionar entonces si se quiere un gobierno intolerante a la crítica y que coarta el derecho a disentir.
“Reflexionemos si queremos un hiperpresidencialismo concentrador de poderes como el de Gustavo Díaz Ordaz o queremos una patria ordenada, plural y democrática, como aspiraban los estudiantes del movimiento de 1968”, señaló.
jhs