Foto: Reuters Reino Unido se ha comprometido a alinear sus leyes con las de la UE en materia de derechos laborales, de protección al consumidor y de defensa del medioambiente  

El primer ministro británico Boris Johnson, presentó hoy una propuesta de acuerdo para su salida de la Unión Europea (UE), que consiste en reconocer un estatus especial para Irlanda del Norte y la creación de dos fronteras virtuales, una en el mar del Norte y otra entre las dos Irlandas.

 

En la propuesta enviada a Comisión Europea, Johnson explicó que como alternativa a la polémica “salvaguarda” para evitar una frontera dura, Irlanda del Norte se mantendría alineada hasta el 2025 con el mercado único de la Unión Europea (UE) en productos agrícolas y manufacturados.

 

Sin embargo, Irlanda del Norte quedaría fuera de la unión aduanera, lo que obligaría a implantar controles en ambos lados de la frontera, pese a la insistencia de Johnson de que no hará falta levantar “infraestructuras”.

 

En una carta al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, Johnson señaló que “este gobierno quiere llegar a un acuerdo, como estoy seguro de que todos lo hacemos. Si no podemos llegar a uno, representaría una falla del Estado de la que todos seríamos responsables”, indicó el diario local The Guardian.

 

Es “un compromiso constructivo y razonable” que evitará levantar barreras entre las dos Irlandas, que garantiza la integridad territorial del país y que respeta los acuerdos de paz, aseveró Johnson en su propuesta para evitar una salida desordenada de Reino Unido de la UE el 31 de octubre próximo, de acuerdo con el canal Euronews.

 

De acuerdo con el plan, no habrá una salvaguarda y una vez concluido el periodo de transición, Reino Unido tendrá plena libertad para negociar sus propios acuerdos comerciales con otras naciones, lo que requerirá controles aduaneros entre los dos territorios irlandeses.

 

La propuesta contempla evitar en la medida de lo posible controles físicos, por lo que apunta a un sistema basado fundamentalmente en declaraciones de aduanas en el punto de origen y destino de las mercancías.

 

Respecto al Impuesto al Valor Agregado (IVA) Europeo, Londres exige que Irlanda del Norte quede exento y desaparezcan sus controles.

 

En materia de mercado interior, Londres propone que Irlanda del Norte permanezca completamente alineada con el mercado interior europeo en cuanto a sus productos agroalimentarios y manufacturados. Obedecerá las reglas actuales y las futuras, y se someterá a la jurisdicción del Tribunal Europeo de Justicia.

 

El nuevo régimen durará hasta el 2025 y supondrá un nuevo sistema de control aduanero y fronterizo en el mar de Irlanda, entre las dos islas. Será preciso desarrollar nuevos sistemas que faciliten las declaraciones de bienes antes del transporte. Después de cuatro años, la Asamblea de Irlanda del Norte podrá decidir si mantiene ese estatuto o se sale de él completamente.

 

Además de que Reino Unido se ha comprometido a alinear sus leyes con las de la UE en materia de derechos laborales, de protección al consumidor y de defensa del medioambiente, aunque no estaría vinculado legalmente a respetarlas.

 

Johnson consideró que su propuesta deberá contar con la aprobación de las autoridades del Ejecutivo y el Legislativo de Irlanda del Norte.

 

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, señaló que la propuesta de Londres contiene “avances positivos hacia un acuerdo” aunque ha advertido que “hay todavía puntos problemáticos que necesitarán aclararse en los próximos días”.

 

Bruselas manifestó su disponibilidad para negociar el plan, aunque expresó sus dudas de que garantice que no habrá una frontera dura que divida a Irlanda después del Brexit.

 

Mientras que el primer ministro de Irlanda, Leo Varadkar, apuntó que el plan de Johnson “no satisface completamente los objetivos”, pero mostró su disponibilidad “a estudiar en detalle las propuestas y a consultar con las instituciones comunitarias” al respecto.

 

Por su parte, la ministra irlandesa para Asuntos Europeos, Helen McEntee, consideró que la creación de dos fronteras “virtuales” viola los principios del Acuerdo del Viernes Santo.

 

 

 

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