El grito inundó la sala principal del Palacio de Bellas Artes: “¡Viva León-Portilla!”, así terminó el concierto ofrecido por la Orquesta Sinfónica Nacional en honor al polímata experto en pueblos indígenas, Miguel León-Portilla.
Ese era el escenario hace apenas dos meses, cuando se realizaba un homenaje al académico y reconocido estudioso de las lenguas nativas mexicanas, quien en febrero pasado cumplió 93 años de edad, en pleno Año Internacional de las Lenguas Indígenas, proclamado por la ONU.
Ese día, el 9 de julio, se tocaron melodías de Moncayo, de Revueltas, de Macedonio Alcalá, mucha alegría en el palacio de mármol; recuerdo que contrastó con la tristeza de ayer, pues por la noche la Universidad Nacional (UNAM) anunció la muerte física del llamado “Tlamatini”, palabra náhuatl que significa hombre sabio.
Si se trata de títulos, el nahuatlaco fue reconocido como historiador, filósofo, orador, editor, traductor, escritor, lingüista, etnógrafo, antropólogo, arqueólogo, experto en la cultura, la literatura y el pensamiento indígenas, férreo defensor de los derechos de los pueblos originarios, promotor de su riqueza intelectual y espiritual.
Maestro de maestros, agregó la UNAM en su anuncio.
Investigador emérito de la Máxima Casa de Estudios, miembro de la Academia Mexicana de la Lengua y del Colegio Nacional, fue autor de más de 50 libros, uno de los más conocidos: “La visión de los vencidos”, una crónica basada en escritos indígenas que dibujan los escenarios de la Conquista de México.
Por su obra, fue reconocido por universidades de México y otros países, recibiendo más de 30 doctorados .
El presidente Andrés Manuel López Obrador lamentó su deceso a través de Twitter: “Murió Miguel León Portilla, pionero en los estudios de la filosofía, el lenguaje y la cultura náhuatl. Fue también un férreo defensor de las culturas originarias y publicó decenas de libros (…) Descanse en paz, un fuerte abrazo a su esposa e hijos”.
jhs