Mientras que los Gobiernos federal y capitalino confiaron en que la marcha por la matanza del 68 se realizara de forma pacífica, comerciantes del Centro Histórico cerraron sus locales para evitar daños ante un posible vandalismo.
Por la mañana, la jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, calificó ese hecho como un crimen de Estado.
En una ceremonia conmemorativa en la Plaza de las Tres Culturas, guardó un minuto de silencio en memoria de los estudiantes que fallecieron aquel 2 de octubre e izó la bandera a media asta.
Ahí, descartó que agresiones contra los funcionarios que formarían los cordones de paz. “Creo que va a ser una manifestación pacífica, estamos haciendo ese llamado”, expresó a pregunta expresa de 24 HORAS.
Insistió en que los destrozos son cometidos por grupos aislados y en que con la actual administración, hay libertad para manifestarse.
En tanto, en la rectoría de la UNAM, la Cámara de Diputados y en el Congreso capitalino se realizaron actos solemnes para conmemorar la fecha.
Durante la sesión de ayer, los legisladores locales portaron playeras con la leyenda “2 de octubre no se olvida”, y pidieron continuar con la lucha contra la represión.
Desde muy temprano, comerciantes consultados por este diario, coincidieron en que la mejor medida para evitar saqueos o daños a su propiedad, era bajar sus cortinas.
Visiblemente nerviosa, una vendedora en una joyería ubicada en la Plaza de la Constitución comentó que sólo esperaba órdenes de su superior para cerrar el comercio. “Lo más seguro es que al llegar los manifestantes para evitar el daño a vitrinas y posibles robos de mercancía”, expresó.
En un recorrido, se observó que el nacional Monte de Piedad continuaba operaciones a las 13:00 horas debido a que estaba protegido por vallas metálicas. Mientras que el Museo Interactivo de Economía fue cerrado a las 14:00 horas; empleados manifestaron que la medida fue tomada para “evitar daños a nuestras instalaciones”.
Lo anterior pese a que desde temprano comenzaron a llegar integrantes de dependencias como la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) y la alcaldía Iztapalapa para conformar el cordón de paz.
Para cuando la marcha comenzó a llegar al Zócalo, la mayoría de los negocios de la zona, incluyendo tiendas de autoservicio como Oxxo, ya se encontraban totalmente cerrados y algunos encapuchados comenzaron a hacer pintas y destrozos en los que estaban abiertos.
LEG