El cinturón de paz que conformaron funcionarios e integrantes de la sociedad civil para contener a los encapuchados en la marcha del 2 de octubre es contraproducente porque es personal sin capacitación que no tiene esa función dentro de la estructura de Gobierno, coincidieron especialistas en temas de seguridad.
Guillermo Garduño Valero, investigador de seguridad nacional, Ejército y narcotráfico por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), explicó que están tomando a gente absolutamente inexperta en el manejo de multitudes.
“Un personal de esa naturaleza no puede ser efectivo, también por la razón de que no tiene la disciplina, ni la preparación física y mental para ser un elemento de contención en caso de violencia. Hay otra condición, es una población que se le coloca en riesgo extremo como de hecho finalmente fue”, detalló en una entrevista para 24 HORAS.
Destacó que la característica de pretender envolver la marcha, “no hizo nada porque de hecho el vandalismo sí se dio, se manifestó en distintas circunstancias y finalmente, el resultado fue catastrófico”.
El investigador resaltó que no se aplica la ley, pues el vandalismo no es un derecho, y añadió que no hay responsabilidad civil ni penal para quienes así proceden y son casos de impunidad.
Cuestionado si esta táctica se podría comparar con la del ex presidente Luis Echeverría Álvarez de 1970 a 1976, el especialista señaló el ex mandatario no tenía esos grupos de provocadores.
“Curiosamente los grupos que él –Echeverría– organizó, eran paramilitares de muy alta disciplina, concretamente halcones, gente que manejaba la violencia de manera muy concreta y con finalidades precisas”, refirió.
Armando Rodríguez Luna, integrante del Colectivo de Análisis de la Seguridad con Democracia A. C. (Casede), externó que se debe tomar en cuenta que la CDMX tiene alrededor de tres mil manifestaciones al año.
En ese contexto, cuestionó, “¿cuántas veces vas a sacar a los burócratas a realizar acciones de resguardo de instalaciones o de edificios públicos?, es totalmente desatinado”.
El politólogo Edgar Ortiz Arellano expresó que el uso de las vallas es un asunto irracional, propios de los sistemas autoritarios, “está muy lejana la comparación si vemos, por ejemplo, el Estado Islámico utilizaba mujeres y niños ante los bombardeos de sus adversarios”.
Rubén Salazar, director de la consultora Etellekt, dijo que el uso de cinturones de paz ciudadanos responde a la desconfianza y rechazo que históricamente ha manifestado la izquierda radical sobre las fuerzas policiales.
jhs