Al menos 77 personas fueron detenidas en Hong Kong por violar la ley anti máscaras, promulgada el fin de semana para frenar los disturbios y sangrientos enfrentamientos sacudieron varios puntos de la ciudad en las protestas antigubernamentales de la semana pasada.
“Desde que entró en vigencia la ley anti máscara, 77 personas han sido arrestadas, algunas de tan solo 12 años”, informó Kwok Yam-yung, comandante de la Policía del distrito de The New Territories, en una conferencia de prensa para a conocer el balance de las protestas más recientes.
Kwok destacó que 74 de los 77 detenidos fueron arrestadas por usar máscaras faciales, desafiando la ley anti máscaras, una legislación de la era colonial, impuesta el sábado pasado por la jefa ejecutiva de Hong Kong, Carrie Lam, por primera vez en más de medio siglo.
Según la jefa del gobierno de Hong Kong, la ley fue impuesta para identificar a los manifestantes participan e incitan actos de violencia y enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, aunque muchos consideran que la legislación viola su derecho a la libre expresión pública.
El comandante policial explicó que otras tres personas fueron detenidas por desobediencia, por “no cumplir” la orden de la Policía de quitarse las máscaras, mientras intentaban incendiar edificios y/o arrojar bombas d gasolina contra oficiales del orden público.
“Tales actos despiadados e imprudentes están llevando al estado de derecho al borde del colapso total”, subrayó el jefe policiaco esta noche (tiempo local) a periodistas nacionales y extranjeros, según un reporte del sitio informativo Chanel News Asia.
Indicó que las autoridades hongkonesas están alarmadas por cantidad de casos en que los manifestantes golpearon brutalmente a personas con puntos de vista diferentes a los suyos, en varios puntos de la ciudad como en las avenidas de Mong Kok y Sham Shui Po, los puntos comerciales más importantes de la ciudad.
“Muchos de los golpeados quedaron inconscientes y algunos con lesiones que amenazan la vida. Por favor, no subestimen la gravedad de este desarrollo. Si las víctimas de ataques tan horribles mueren a causa de sus heridas, todos los delincuentes serán procesados por asesinato”, apuntó.
Destacó que algunos manifestantes “mostraron intención de asesinar a policías” y recordó que el viernes pasado, un agente fue sacado de su automóvil y golpeado y atacado por manifestantes porque disparó un tiro en un intento de dispersar a la multitud, pero “intentaron arrebatarle su revólver”, dijo.
Kwok reconoció que los disturbios de las últimas semanas han sido un desafío sin precedentes para las autoridades, ya que se han enfrentado a “un enemigo formidable”, sin embargo afirmó que la Policía está comprometida a “contener el malestar social y ayudar a Hong Kong a volver a la normalidad”.
Las manifestaciones comenzaron el 9 de junio en oposición a un proyecto de ley que permitiría las extradiciones a China, pero el movimiento se transformó en una denuncia por el recorte de libertades y la falta de reformas democráticas, en el mayor desafío de la excolonia británica desde la Revolución de los Paraguas de 2014.
A pesar de que la jefa del ejecutivo de Hong Kong retiró el 4 de septiembre el proyecto de ley, los manifestantes mantienen las movilizaciones, exigiendo amnistiar a los detenidos durante las protestas, iniciar una investigación independiente sobre el excesivo uso de la fuerza policial y relanzar reformas políticas.
PAL