El Papa Francisco dijo ayer, frente a una asamblea de obispos que discutía sobre la región amazónica, que la sociedad moderna no debería tratar de imponer sus reglas a los pueblos indígenas, sino respetar su cultura y dejarles trazar su propio futuro.

Francisco habló en la apertura de la primera sesión de trabajo de una reunión de tres semanas sobre el futuro de la Iglesia Católica Romana en el Amazonas, incluida la posibilidad de presentar sacerdotes casados.

El Papa dijo que los habitantes de la Amazonia no deben ser abordados “con un tipo de entusiasmo empresarial que busca darles programas preconcebidos destinados a disciplinar su historia”.

“Digamos no”, agregó, “al impulso de domesticar a los pueblos originarios”.

Francisco, en el pasado, pidió perdón por los excesos de los misioneros europeos que acompañaron a los primeros colonizadores.

“Me entristeció escuchar, aquí mismo, un comentario burlón sobre ese hombre piadoso que trajo ofrendas con plumas en la cabeza”, dijo en referencia a un hombre del Amazonas que participó en una misa papal.

“¿Qué diferencia hay entre tener plumas en la cabeza y el sombrero de tres picos usado por algunos de nuestros funcionarios (del Vaticano)?”, señaló.

LEG