Como si se tratara de una plática personal, la exposición permanente Miradas a la Ciudad, cuenta la historia de la CDMX, los abusos que ha sufrido, los personajes que la han definido, sus lugares más emblemáticos, las fracturas que, si bien la lastiman, también la hacen ser quien es, así como las medidas que se deben tomar para cuidarla de futuros daños.
A través de ocho salas, cada una regida por su propio estilo y forma de presentar la información, la exposición del Museo de la Ciudad de México, explica cómo su urbanización ha provocado la destrucción de ecosistemas importantes, en específico ríos y lagos, que sustentaban a la ciudad entera.
Asimismo, lleva a los visitantes por un viaje de cultura, en el que por medio de esculturas, pinturas y artefactos antiguos, remonta a cada época que fue definida por estos artículos y movimientos.
La primera sala es un cuarto oscuro con figuras de neón incrustadas en las paredes, las cuales se encienden conforme historias de la colonización, evangelización, independencia, Porfiriato, manifestaciones sociales y sindicales, y hasta la creación del metro, son contadas.
Las salas posteriores abarcan planos arquitectónicos de los monumentos más reconocidos de la Ciudad, la evolución del metro y los mercados más famosos.
También muestran a los artistas, escultores, luchadores y actores que representaron cada movimiento artístico y cultural de México, así como a la gente que define a la ciudad: “graciosa, alburera, ingeniosa para regatear, vender, hacer transas, caótica, católica también, luchadora y aguantadora”.
Uno de los objetivos de la exposición es informar a la población sobre las consecuencias negativas de la urbanización, especialmente la escasez de agua.
Miradas a la Ciudad es un vistazo al pasado para valorar el presente y custodiar el futuro de la CDMX. Se presenta de manera permanente en el Museo de la Ciudad de México, abierto de martes a domingo, el acceso tiene un costo de $34 con descuento a estudiantes, maestros e INAPAM. Los miércoles la entrada es libre.
PL