Desde el 17 de septiembre pasado, llamó la atención la necesidad de que la FED interviniera el mercado de REPOS.
Los grandes bancos, los fondos de cobertura y otras grandes compañías, acuden regularmente a este mercado para “pedir dinero prestado” por días, con el que garantizan que sus libros estén en orden. Esto lo hacen al margen de sus actividades diarias.
Quienes solicitan dinero por esta causa, a menudo ofrecen respaldar la deuda con activos de alta calidad como garantía, como son los bonos del Gobierno, por su alta liquidez y seguridad. Por ejemplo, un banco le pide dinero a otro banco y a cambio de la suma de dinero solicitado, le entrega un activo como bonos del tesoro que más tarde recuperará a cambio del pago de una tasa de interés. El plazo puede ser de un día o de varios días (14 días por ejemplo).
Desde ese 17 de septiembre a la fecha, existe una escasez de dinero en efectivo y la incertidumbre sobre el estado real de la economía americana, ha provocado la necesidad de intervención continua por parte de la FED. Sean pagos de impuestos (cierre septiembre) o menor oferta de recursos, lo que está provocando esta falta de liquidez.
La FED ha tenido que intervenir y ha anunciado que estará realizando operaciones hasta el próximo 4 de noviembre para asegurar financiamiento a quien lo solicite. Se estima que ha intervenido en este mercado con casi un billón de dólares en 15 días, lo que significa un promedio diario de 65,500 millones de dólares.
Esta operación no se veía desde 2008 y causa un temor de ser el principio de un ajuste económico global. En septiembre, la tasa aún estaba a 2.25% y actualmente se ubica en 2.0% anual y las probabilidades de una baja en tasa de interés es superior a 75% para ubicarla pronto en 1.75% anual.
Esta semana estarán venciendo alrededor de 200,000 millones de dólares y será importante dar seguimiento al mercado y a la misma FED.
El balance de la Reserva Federal se ha incrementado cuando se tenía la señal de reducirlo y en el proceso de baja en tasas de interés, de mantenerlo sin cambio. Por eso, se especula si la FED decretará un nuevo QE (Quantitative Easing o expansión cuantitativa).
En general, observamos señales mixtas para los mercados. La posibilidad de que la FED siga flexibilizando su política monetaria de manera gradual y temporal frente a una desaceleración económica global, datos débiles de la actividad estadounidense en manufactura y servicios que vienen reduciendo el ritmo de creación de empleos y en breve, iniciarán los reportes corporativos al tercer trimestre del año con una clara comparación negativa en términos de crecimiento económico del 3er trimestre de 2019 vs el tercer trimestre de 2018.
En general, las bolsas americanas se encuentran cerca de resistencias en máximos históricos y el riesgo de un ajuste a la baja prevalece. También los eventos relativos al conflicto comercial de Estados Unidos y China que aumentan la tensión, ahora con la lista negra de empresas tecnológicas, así como el probable juicio político que la Cámara Baja pudiera hacer oficial en las próximas semanas al Presidente Trump.