El pasado lunes se transmitió a la sociedad un peligrosísimo mensaje.
La actitud pacífica de los taxistas concentrados desembocó en contestaciones de no violencia, pero la ejercieron.
Dada la gravedad de los hechos, la actitud del gobierno de la ciudad fue pasiva.
Minimizando las consecuencias y cuando suponíamos la imposición de una sanción a los culpables, desde su privilegiada posición política dio un trato privilegiado.
Una vez más queda demostrado que la ley no es igual para todos y no se castiga con la misma severidad.
Un servidor público, un representante del pueblo debe mantenerse dentro de una ética profesional de servicio hacia los ciudadanos y no en su propio provecho.
Su gran error fue no escuchar al presidente Andrés Manuel López Obrador, quien se había dado cuenta que la protesta de taxistas había tocado techo y aun así dio a entender que fue un error con buena intención: “Decirle a los trabajadores del volante que, van a ser siempre escuchados y atendidos por los gobiernos a los que les corresponde”
Les pidió tener confianza en Claudia Sheinbaum: “es una mujer íntegra y honesta que valora mucho la importancia de que se actúe con justicia”.
En ese momento el presidente López Obrador estaba seguro de que el tema de los taxistas no se le había salido de las manos a la Jefa de Gobierno.
Aunque el riesgo político era grande el Presidente dijo que los taxistas: “son gente muy inteligente que no requieren de tutela de quienes supuestamente los van a representar cuando tienen otras intenciones. Ellos actúan como personas libres que son, ciudadanos y trabajadores inteligentes, están en su derecho de manifestarse y las puertas están abiertas para el diálogo, “de modo que no se afecte a terceros, si se puede evitar”.
Pero no se pudo evitar y los taxistas se lo dejaron bien claro a la Jefa de Gobierno.
Ni la integridad, ni la honestidad le sirvieron a la Jefa de Gobierno.
Claudia Sheinbaum tiene cuentas pendientes con los taxistas, por eso los integrantes del Movimiento Nacional Taxista, solo el 0.4 por ciento, intensificaron sus acciones de protesta en contra de las plataformas de Internet para el servicio de transporte individual de pasajeros.
Para los taxistas Claudia Sheinbaum, Jefa de Gobierno, y Alfredo del Mazo, Gobernador del Estado de México, privilegian la piratería y no apoyan al transporte que cumple con el pago de revista, placas y taxímetros.
Después de cuatro horas, se dice, se llegó a un nuevo plan final, pero ese plan lo pueden rechazar.
En los problemas serios, la Jefa de Gobierno manda mensajes vía redes; cuando se trata de ir a limpiar estaciones del Metro, vagones, sembrar árboles o lucirse en eventos masivos, caso homenaje a José José, para la foto, siempre adelante.
fcastaneda9@hotmail.com