La economía del país “difícilmente” tendrá un crecimiento anual promedio de 2.4% en el presente sexenio si no se contribuye a un aumento en la inversión, específicamente en proyectos de infraestructura, advirtió el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
En su informe semanal, el organismo detalló que si bien la inversión en infraestructura pública fortalece el crecimiento de la economía, debido a que implica una mayor disponibilidad de carreteras, puertos, un sector energético eficiente, así como mejores obras en materia de servicios de agua, el Gobierno ha decidido “privilegiar” programas sociales asistencialistas, de manera que se destinan pocos recursos a proyectos de infraestructura.
“La función del Gobierno es crear las condiciones para que las empresas se desarrollen eficientemente, por lo cual es fundamental que destine recursos a inversión en infraestructura. No obstante la importancia de la inversión pública en infraestructura, el Gobierno Federal ha decidido canalizar pocos recursos de su presupuesto a ese fin y más bien privilegiar programas sociales asistencialistas mediante transferencias monetarias directas, sin una evaluación que permita conocer o asegurar su eficiencia en el abatimiento de la pobreza”, enfatizó el CEESP.
Además, precisó que el trabajo coordinado de los sectores público y privado, bajo un esquema de reglas claras, legalidad y certidumbre jurídica, ayudaría a cumplir los objetivos de crecimiento. Estimó que este año, el PIB crecerá entre 0.2% y 0.7%.
LEG