Para evitar daños a infraestructura a causa de desastres naturales, la labor de los ingenieros civiles es vital. Una buena construcción incluye la buena resistencia del inmueble y la posibilidad de desalojar zonas de riesgo en caso de ser necesario.
Para que una estructura resista adecuadamente, debe realizarse con el control de calidad tanto en los materiales como en el proceso de construcción de las mismas. En México, existen reglamentaciones para asegurar que se sigan los pasos y se ocupen los materiales adecuados durante la realización de las mismas.
Esta reglamentación regula la proyección, diseño, cálculo, construcción y supervisión de las obras, y está apegada a la normatividad establecida por la Organización de las Naciones Unidas.
Entre los especialistas existentes en nuestro país se encuentran ingenieros estructuristas, hidráulicos en mecánica de suelos, de construcción sanitaria, planificadores y responsables de obras e instalaciones, entre otros.
“Es sustancial la diferencia entre una construcción que está hecha por un experto que calculó la geometría y la calidad de los materiales y las que no lo tienen. Lamentablemente el porcentaje de construcción informal, que no tiene un diseño, es la que tiene más problemas de colapsar”, explica Leonardo Flores Corona, jefe de Departamento de la Subdirección de Vulnerabilidad Estructural perteneciente a la dirección de Investigación del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred).
En el marco del Día Internacional de la Prevención de Desastres naturales, que se celebra este 13 de octubre, es preciso recordar que debido a la geografía de México, se debe tomar en cuenta el potencial de desastres naturales, como huracanes, tormentas, sismos, inundaciones, desbordamiento de ríos y desgaje de cerros.
En el caso de estos desastres existen algunas maneras de prevenirse. Por ejemplo, en la temporada de lluvias, un buen sistema de drenaje puede prevenir inundaciones.
Todas estas medidas deben realizarse en conjunto y según lo establecido por Cenapred.
Por ejemplo, en el Valle de México, se terminó este año la construcción del Túnel Emisor Poniente II, que se integra al Sistema de Drenaje de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México junto con el Túnel Emisor Poniente I y el Túnel Emisor Oriente.
La obra fue realizada, en parte por la constructora Aldesa, a cargo de Javier Pérez Hernández, Director General de Infraestructuras de México y Director General de América del Sur de la empresa, la cual se dedica a la seguridad en construcciones, tanto para los trabajadores, como de estructuras.
En el caso de sismos se han desarrollado sistemas de cimentación flexible para edificios de un altitud considerable, como el caso de la Torre Arcos Bosques Corporativo, conocida también como “El Pantalón”.
La obra fue diseñada por Teodoro González de León, Francisco Serrano y Carlos Tejada y construida entre 1992 y 1996. El edificio está hecho de concreto blanco reforzado, cristal templado y aluminio, lo que permite mantener la resistencia en caso de sismo. Es considerado un edificio inteligente por su sistema de evaluación de riesgos.
Ante la amenaza de huracanes en las costas mexicanas, la aseguradora Zurich estima que el 5% de la inversión debe estar destinada a diversos estudios de seguridad en la zona costera a edificar.
MGL