Un tribunal británico encontró culpable a la aerolínea española Iberia de transportar de manera inadecuada a unos 20 capibaras, los cuales fueron objeto de un “inmenso sufrimiento” sin alimento, agua ni espacio durante 54 horas de vuelo.
Los capibaras, el roedor más grande que existe y que parecen entre una cobaya gigante y una ardilla, padecieron un terrible viaje en la bodega un avión de Iberia en un vuelo de Perú a Beijing, con escalas en Madrid y Londres en octubre del año pasado.
En la escala en la terminal aérea de Londres Heathrow, personal del Centro de Recepción de Animales encontró sin vida a dos ejemplares y más tarde murieron otros 10 por complicaciones renales debido a deshidratación.
El tribunal británico determinó apenas esta semana que los roedores en la bodega del avión fueron objeto de un “inmenso sufrimiento”, sin suficiente comida, agua ni aire; fueron transportados en jaulas pequeñas en condiciones de hacinamiento, dio a conocer la prensa local.
Según los registros de transporte, el traslado de los capibaras cumplía con las reglas aéreas internacionales, sin embargo la justicia británica consideró que el impacto del sufrimiento del capibara habría sido “inmenso”.
Iberia fue multada con 180 mil dólares por la muerte de los 12 capibaras y se declaró culpable de causar sufrimiento innecesario a un animal protegido y de infringir las reglas del transporte de animales establecidas por la Asociación Internacional de Transporte Aéreo.
A través de sus abogados manifestó su arrepentimiento por la muerte de los roedores. Solo ocho de los 20 lograron sobrevivir.
Los capibaras, originarios de Sudamérica, llegan a pesar hasta 66 kilogramos y medir 135 centímetros, y son roedores amigables con otros animales.
CS