Corea del Norte y Corea del Sur, dos países históricamente enfrentados, disputaron el martes un partido por la eliminatoria para la Copa del Mundo de Fútbol de Qatar 2022, el primero en el país del norte en 30 años, pero no se permitieron hinchas en las gradas y Pionyang se negó a transmitir el encuentro en vivo.
Tampoco hubo goles.
La última vez que ambas naciones se encontraron en un duelo clasificatorio para un Mundial fue en Seúl hace 10 años, cuando Corea del Norte perdió 1-0 y acusó Corea del Sur de envenenar antes del partido la comida de sus futbolistas.
La hermética y empobrecida Corea del Norte y la rica y democrática Corea del Sur aún están técnicamente en guerra, después que el conflicto de 1950-1953 terminó en una tregua y no en un tratado de paz.
Se entonaron los himnos nacionales antes del inicio del partido jugado en el estadio Kim Il Sung de la capital norcoreana y se exhibieron las banderas de ambos países, dijo la Asociación de Fútbol de Corea del Sur (KFA).
Dos duelos anteriores de la eliminatoria asiática que habían sido programados que se jueguen en Corea del Norte tuvieron que cambiarse a Shanghái después de que Pionyang se negó a izar la bandera de su vecino del sur o tocar su himno.
Corea del Norte había prometido difundir imágenes del partido en DVD, según el Ministerio de Unificación de Corea del Sur.
Los medios estatales norcoreanos no hicieron mención del partido, pero la KFA informó que dos jugadores por lado recibieron tarjetas amarillas.
El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, estuvo en el partido y dijo en un comunicado estar “decepcionado de ver que no había aficionados en las gradas”.
“Nos sorprendió esto y varios problemas relacionados con su transmisión en vivo e inconvenientes con visas y acceso para periodistas extranjeros”, sostuvo el dirigente, que agregó que, para la FIFA, la libertad de prensa y de expresión son primordiales.
RYHP