Carlos Romero Deschamps confirmó su renuncia a la Secretaría General del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), ante el “escenario poco favorable” para el cabal cumplimiento de su responsabilidad.
“Hoy, por razones poco claras, no observamos la cooperación que debe existir entre trabajadores y administración para impulsar los proyectos que permitan el verdadero avance de Pemex hacia su consolidación”, señaló en un documento a la opinión pública.
“Tal parece que se ha recrudecido la antigua posición de vernos como contrarios y no como complemento en la tarea de respaldar a Pemex en su compromiso histórico de ser garantía del desarrollo nacional”, apuntó.
Explicó que oficializó su renuncia, con carácter de irrevocable, de acuerdo con diversos artículos de los estatutos, y pidió a los trabajadores que mantengan “por sobre cualquier circunstancia la unidad e integridad de nuestro sindicato, pues es bien sabido que ha sido la fortaleza fundamental que nos ha permitido sortear todo tipo de amenazas”.
En el texto se refiere a la “realidad” de unas elecciones internas en las que participó más de 85 por ciento del padrón, que respaldó con más de 70 por ciento a sus dirigencias actuales, mediante el voto libre y secreto supervisado por las autoridades competentes y contabilizados por los propios representantes de cada planilla.
“Esta es nuestra realidad y no la de supuestos liderazgos que promovidos por quienes sueñan con el control del STPRM les abren espacios y respaldan en inútiles intentos de interesar a los trabajadores”, señaló en el documento en que alude a la historia y logros del gremio en beneficio de sus trabajadores.
“Consciente de que mi compromiso fundamental es garantizar la estabilidad de nuestra organización sindical y la defensa de los derechos de los trabajadores, he decidido presentar en términos del Artículo 37 de nuestros Estatutos Generales al Consejo General de Vigilancia mi renuncia al cargo”, detalló.
En el texto también agradeció el respaldo y confianza del gremio, así como a su familia, esposa e hijos “por solidaridad y comprensión a mi quehacer sindical”.
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