Omar Sánchez de Tagle (@osdtagle)
Michoacán ha sido durante los últimos 18 años cuna de grandes cárteles del narcotráfico, y por tanto se convirtió en un gran problema no solo para los gobernadores del estado, sino también para los presidentes en turno.
De hecho, poco se habla, pero la situación de violencia en esa entidad se empezó a gestar desde el sexenio del presidente Ernesto Zedillo. Fue en esos tiempos que Nazario Moreno González fundó la llamada Empresa, antecedente de la Familia Michoacana. Esa organización logró combatir en Michoacán a los cárteles del Milenio, del Golfo y de Colima.
Ante esta guerra iniciada por esta organización diversas organizaciones criminales empezaron a voltear hacia la entidad, ya que la política de seguridad de Vicente Fox fue quitar las regiones a los grupos delictivos.
Durante el sexenio de Vicente Fox ingresaron a Michoacán y mantuvieron una guerra los cárteles de Sinaloa, Milenio, Tijuana, Colima, Golfo y sobre todo de Los Zetas. Es justo en este reacomodo de cárteles que durante el último año de Fox se empieza a incrementar el número de homicidios en la entidad, situación que hace que la denominada Empresa se transforme y rompa alianza con Los Zetas para conformar a la llamada Familia Michoacana. El 6 de septiembre, el cártel de La Familia Michoacana se da a conocer cuando llegan a un club nocturno en Uruapan y lanza cinco cabezas a la pista de baile.
El momento cumbre en Michoacán fue durante el sexenio de Felipe Calderón, pues a dos semanas de su llegada al gobierno declaró la llamada Guerra contra el Narcotráfico. Enviando a su estado natal cerca de 7 mil soldados para combatir al crimen organizado.
En septiembre del 2008, justo el 15 de septiembre, durante las celebraciones de esta festividad nacional, los miembros de La Familia lanzan granadas al zócalo de la capital michoacana, Morelia, dejando ocho muertos.
En 2009 Calderón emprende acciones legales y arresta a diez alcaldes y a otros 18 oficiales, por supuestos vínculos con actividades de crimen organizado. Pese a esta acción llevada por cierto por el entonces Procurador General de la República, Eduardo Medina Mora, todo sale mal y todos los detenidos, excepto uno, fueron liberados al poco tiempo por falta de pruebas, incluso aquellos que se les acusó de haber lanzado las granadas. Antes de la salida de Calderón surgen los Caballeros Templarios como la escisión de la Familia Michoacana.
Con la llegada de Enrique Peña Nieto a la Presidencia las cosas no cambian, pues para entonces Los Caballeros Templarios dominaban la situación en el estado. Pero lo que le falló a esta organización criminal no fue la acción del gobierno sino la extorsión que empezaron hacer a los ganaderos y agricultores.
Como respuesta surge el primer grupo de autodefensas de Michoacán en las comunidades de La Ruana, Tepalcatepec y Buenavista. Como respuesta a esa crisis, Peña nombra como comisionado de seguridad en el estado a Alfredo Castillo. A finales del sexenio de Peña surgen con fuerza Los Viagras.
Ahora con el inicio del sexenio del presidente López Obrador hay una clara lucha entre el Cartel Jalisco Nueva Generación y Los Viagra. El común denominador en el estado es que la fuerza del estado no ha funcionado, pero también ha fallado la falta de un cuerpo de inteligencia que valore la real situación de la entidad, que por sí solo no solo representa el talón de Aquiles de los mandatarios sino un verdadero polvorín de violencia para el país.
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