Foto: Reuters El acuerdo convino a Erdogan (izquierda). Lo anunció con Mike Pence (centro), y Mike Pompeo (derecha), secretario de Estado de EU  

Turquía acordó ayer detener su ofensiva en Siria durante cinco días para permitir que las fuerzas kurdas se retiren de una “zona segura” que Ankara había tratado de capturar, un acuerdo que fue aplaudido por Washington y que los líderes turcos presentaron como un triunfo absoluto.

 

La tregua fue anunciada por el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, después de conversaciones en Ankara con el presidente de Turquía, Tayyip Erdogan, y fue rápidamente aplaudida por el presidente Donald Trump, quien dijo que salvaría “millones de vidas”.

 

Sin embargo, si se implementa, Turquía conseguiría todos los objetivos principales que anunció cuando lanzó el asalto hace ocho días: el control de una franja en Siria de más de 30 kilómetros de profundidad y una retirada de la milicia kurda YPG, antes una aliada cercana de Estados Unidos.

 

“La zona segura será impuesta principalmente por las Fuerzas Armadas turcas”, se especificó en un comunicado conjunto de Estados Unidos y Turquía publicado después de las conversaciones.

 

El canciller turco, Mevlut Cavusoglu, describió el acuerdo como una pausa únicamente para permitir que los combatientes kurdos se retiren.

 

Los combatientes kurdos se verán obligados a renunciar a sus armas pesadas y sus posiciones serán destruidas, dijo Cavusoglu, que no quiso hablar de un “alto el fuego” porque solo pueden acordarse entre partes legítimas. Ankara considera terroristas a los kurdos.

 

Pence dijo que Washington ya había estado en contacto con las Fuerzas Democráticas Sirias lideradas por los kurdos, y que habían acordado retirarse y se estaban replegando.

 

Trump tuiteó: “Grandes noticias de Turquía (…) Gracias a Erdogan ¡Se salvarán millones de vidas!”.

 

La ofensiva ha creado una nueva crisis humanitaria en Siria y el desplazamiento de unos 200 mil civiles.

 

 

 

jhs