Ante la posibilidad de la aprobación de ordenar a hombres casados “viri probati” que se hará cargo de comunidades asiladas que no cuentan con sacerdotes regularmente, la Arquidiócesis Primada de México ora para que los sacerdotes y el Papa que participan el sínodo para la Amazonia tomen la mejor propuesta que consideren conveniente para el bien de la Iglesia de Jesucristo.
En este asunto tan complejo que ha abierto puerta a especulaciones de toda índole en el sínodo para la Amazonia que tiene lugar en el Vaticano, hasta el 27 de octubre, en la que participa el cardenal Carlos Aguar Retes en representación de la Arquidiócesis Primada de México, las normas eclesiales deben favorecer y no obstaculizar la atención espiritual y pastoral de las comunidades, especialmente de aquellas que están necesitadas de ministros ordenados que puedan predicar el Evangelio y presidir la Eucaristía.
En su editorial del semanario Desde la fe: La discusión del tema de los ‘viri probati’ en el Sínodo de la Amazonia, menciona que la aceptación de hombres casados y probados (viri probati) al ministerio sacerdotal es algo testimoniado en la Tradición Apostólica, el cual se instauró en la Iglesia la disciplina de que solamente hombres célibes pudieran recibir la ordenación sacerdotal. En la Iglesia Católica de tradición oriental, empero, es posible que hombres casados sean ordenados como presbíteros (c. 758 CCEO).
También en la Iglesia católica occidental hay algunos casos en los que se ha admitido a hombres casados al sacerdocio ministerial. El Papa Benedicto XVI ratificó esta posibilidad, en la Constitución Apostólica Anglicanorum Coetibus, al autorizar que algunos hombres casados, provenientes de la tradición anglicana, fueran ordenados como sacerdotes católicos.
Y como ha señalado monseñor Felipe Arizmendi, obispo emérito de San Cristóbal de las Casas y responsable de la Doctrina de la Fe en la Conferencia del Episcopado Mexicano, se trata de una propuesta que responde a la realidad de dicha región, pero, independientemente de que se apruebe, esto no significaría un cambio en la disciplina secular de la Iglesia latina de que todos los sacerdotes se deben comprometer a vivir célibes.
“Oramos al Espíritu Santo para que los Padres Sinodales hagan al Santo Padre la mejor propuesta que consideren conveniente para el bien de la Iglesia de Jesucristo, en este asunto tan complejo que ha abierto puerta a especulaciones de toda índole”, menciona la editorial de iglesia católica en México.
aarl