El candidato del peronismo para las elecciones presidenciales de Argentina, Alberto Fernández, pidió el lunes que el gobierno mantenga estable la cotización del peso tras la votación del próximo domingo, para evitar nuevas turbulencias financieras.
La moneda local se derrumbó después de unas elecciones primarias en agosto en las que Fernández obtuvo una victoria contundente. Luego de un período de calma, el mercado cree que la volatilidad podría retornar.
La depreciación de agosto aceleró una inflación que ya era elevada, agudizando los problemas económicos de Argentina, que también sufre una prolongada recesión pese a las medidas del gobierno del presidente Mauricio Macri para atenuar sus efectos.
“Lo único que espero es que no se vuelva a enojar Macri y no vuelva a llamar al banco central para que liberen el dólar, que fue lo que hizo la vez pasada”, dijo Fernández en una ronda con periodistas.
En la semana que siguió a las primarias, los argentinos se volcaron masivamente a comprar dólares y sacar sus depósitos en la divisa de los bancos, lo que acumuló una enorme presión a la baja sobre el peso y condujo a una depreciación de casi 20%.
Los operadores financieros atribuyeron la devaluación al temor al retorno de las políticas populistas del pasado. La oposición peronista culpó al gobierno, diciendo que su reacción inicial a la derrota causó el pánico entre la población.
Fernández se mostró confiado de cara a los comicios, para los que los sondeos de opinión le dan una amplia ventaja. “Argentina tiene que mirar para adelante, Macri ya es parte de la historia”, sostuvo.
Consultado sobre las recientes convulsiones sociales en otros países de Latinoamérica, Fernández apuntó a las medidas de austeridad. “Lo que pasa en Ecuador, Chile, Argentina, es lo mismo. Son políticas aplicadas con la misma lógica”.
CS