Justo en medio de la crisis de Culiacán, Sinaloa, el presidente López Obrador abordó un avión a Oaxaca, por donde realizaría una gira… Y por el tiempo que duró el traslado, estuvo incomunicado aproximadamente una hora. Y es que de acuerdo con las reglas de la aviación comercial, no se puede utilizar el celular en el vuelo a menos que esté en modo “avión” (sin comunicación).

Ya en Oaxaca, el Presidente fue claro. El Gabinete de Seguridad, que estaba sesionando cuando él subió al avión, tomó una decisión que respalda plenamente.

La información que dio el secretario de Seguridad Alfonso Durazo iba en el mismo sentido.

En plena crisis, el Presidente decidió incomunicarse por alrededor de una hora, al subirse a un vuelo comercial sin el equipo y las condiciones para que él siguiera todo el tiempo una crisis en la que estaban en riesgo la integridad de varias personas.

Si bien, el operativo para detener al hijo del Chapo estuvo mal planeado, y hubo fallas reconocidas por el propio secretario de la Defensa, Luis Cresencio Sandoval, la decisión de que el Presidente viaje en vuelos comerciales y no atienda de tiempo completo una emergencia como la pasada, también influyó.

El avión presidencial no es un lujo. Es una necesidad. El Presidente no puede estar incomunicado en una aeronave en plena crisis y más si hay vidas de por medio.

Cuando en septiembre de 2017 el presidente Peña Nieto se enteró de los sismos de Oaxaca, el avión dio la vuelta en pleno vuelo y se dirigió al estado en que se daba la emergencia. Si era necesario ir o no a atender la emergencia en ese momento, ese es otro tema. Lo importante de este ejemplo es que nunca estuvo incomunicado y tuvo todo el tiempo, en un espacio adecuado, para manejar información confidencial, todos los datos que requería para tomar una decisión.

El tema de Culiacán es especial, porque la decisión a tomar atravesaba por el círculo de decisiones políticas y meramente técnicas, de seguridad nacional, por lo que dos cabezas tuvieron que decidir lo que se haría. ¿O es que el secretario de la Defensa se subordinó al secretario de Seguridad Ciudadana?

Alejandro Hope, especialista en seguridad, escribió en su cuenta de Twitter: “Asumamos unas 50 giras presidenciales por año, que requieran en promedio tres horas de vuelo (ida y vuelta) eso significa que el Presidente está incomunicado 150 horas al año. El equivalente a casi 10 días laborales por año (considerando jornadas de 16 horas). Dos meses en el sexenio”.

Como se dice popularmente, ¿el Presidente de México encargará “el changarro” mientras lo incomunican en el avión?

#¿LoboEstásAhí?

En marzo de 2003, cuando Vicente Fox iba a ser operado, poco antes de que los médicos del Estado Mayor Presidencial lo durmieran para la intervención, volteó a ver al general secretario de la Defensa y le dijo: “General, le encargo que tome las decisiones pertinentes en los casos necesarios, en mi ausencia”… En ese momento, las presiones de George W. Bush para que México apoyara la invasión a Irak.

¿El presidente AMLO encargará el país cuando los teléfonos están en modo avión?