Unos lo alaban por el llamado “milagro boliviano”, que contribuyó a mantener la estabilidad económica con la nacionalización de los hidrocarburos, incrementando el PIB hasta 5% durante sus primeros años en el poder. Analistas han mencionado que la economía de Bolivia consiguió disminuir la pobreza y la pobreza extrema; según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) la economía de Bolivia ha aumentado 4.9% por año desde que inició la era Morales.

 

Evo (Isallavi, 1959) es el primer presidente indígena que ha gobernado Bolivia, ha estado en el poder durante 13 años en 3 periodos consecutivos (desde el 22 de enero de 2006, con el Movimiento Al Socialismo) con un gobierno de izquierda, siendo el presidente latinoamericano que ha permanecido más tiempo en el cargo y espera ser reelegido por cuarta ocasión.

 

No todo son loas, el perteneciente a la etnia aymara también ha sido blanco de las críticas de políticos opositores y sectores ciudadanos por su postulación. Entre los reclamos están sus comentarios machistas y homofóbicos, así como la deficiente atención a incendios forestales.

 

Lo mismo las “trampas” a las que ha recurrido para permanecer en el poder, por ejemplo, luego de su primer gobierno (2006-2010) se acordó incluir en la Constitución que solo puede ser posible buscar la reelección presidencial una vez… y que ese primer mandato no había sido oficial.

 

Eso significaba que el presidente de Bolivia se podía postular en las elecciones de 2009, y gobernar hasta 2014, como lo hizo.

Para esta ocasión, Evo Morales consiguió el aval de los tribunales Constitucional y Supremo Electoral, tras su derrota en el referéndum de 2016 para modificar las leyes y permitirle la reelección.

 

Sutil, el ex líder de los cocaleros bolivianos advierte a los votantes que lo elijan para poder terminar las obras que están en proceso de construcción y cumplir los 13 pilares principales de su Gobierno.

 

Los bolivianos deberán votar el 15 de diciembre la segunda vuelta para definir a su presidente hasta el 2025. ¿Será suficiente la estabilidad conseguida y la bonanza económica para olvidar lo que algunos analistas consideran abusos de autoridad, incluida su propia candidatura?

 

LEG