El canciller ruso, Serguéi Lavrov, declaró este día que Turquía termina su operación militar Fuente de Paz, en el noreste de Siria, y agregó que ahora “todo dependerá del cumplimiento de los acuerdos, incluidos los de la retirada de armas, fuerzas y equipos de las unidades kurdas en cuestión”.
Con el argumento de alejar a las llamadas fuerzas de autodefensa kurdosirias de su frontera y establecer una zona segura para acoger a los miles de refugiados sirios que permanecen en su territorio, Turquía comenzó el pasado 9 de octubre la operación militar, informó el servicio internacional de noticias ruso Sputnik.
La ofensiva apunta contra las formaciones lideradas por los kurdos, entre ellas las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), las milicias del Partido de la Unión Democrática (PYD) y las Unidades de Protección Popular (YPG), que controlan el noreste sirio y a las que Turquía vincula con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), al que considera terrorista.
El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, anunció el 17 de octubre que había acordado con el líder turco un cese del fuego en Siria por 120 horas, para que los kurdosirios retiraran sus fuerzas a unos 30 kilómetros de la frontera turca.
Los presidentes Vladímir Putin, de Rusia, y Recep Tayyip Erdogan, de Turquía, durante las consultas del 22 de octubre en Sochi, firmaron un memorando para desplegar a partir del 23 de octubre a la policía militar rusa y la guardia fronteriza siria cerca de la frontera sirio-turca, fuera del área de la operación Fuente de Paz.
En el documento se precisó que los uniformados rusos y sirios contribuirán a la retirada de las fuerzas kurdas y sus armas a 30 kilómetros de la frontera sirio-turca, que debe completarse dentro de 150 horas desde el mediodía de mañana miércoles 23 de octubre.
Según el texto, a partir de ese momento comenzará el patrullaje ruso-turco a 10 kilómetros de la frontera, al este y al oeste de la zona de la operación militar turca, excepto la ciudad de Qamishli.
CS