Los presidentes de Rusia, Vladimir Putin, y Turquía, Recep Tayyip Erdogan, acordaron hoy crear una zona de seguridad en el noreste de Siria que funcionará a partir de la medianoche del miércoles, cuando comenzará un plazo de 150 horas para que los kurdos abandonen la frontera sirio-turca.
“No puedo dejar de expresar mi satisfacción por el hecho de que, como resultado de un trabajo bastante extenso y arduo, logramos llegar a soluciones” para normalizar la situación en Siria, indicó Putin, tras mantener una reunión con Erdogan en su residencia de la ciudad de Sochi, a orillas del Mar Negro.
Durante el encuentro, el mandatario ruso sostuvo que “Siria debe estar libre de presencia militar extranjera ilegal”, luego que a principios de este mes el gobierno turco lanzó la operación “Fuente de Paz” contra las milicias kurdas presentes en el noreste del territorio sirio.
Asimismo, Putin y Erdogan se comprometieron a “preservar la unidad política y territorial” de Siria y acordaron realizar patrullajes conjuntos en la frontera norte de ese país árabe, a fin de estabilizar la situación en la zona, de acuerdo con el canal ruso RT.
Como parte de un memorando de 10 puntos, ambos gobernantes señalaron además que trabajarán para garantizar “la seguridad nacional de Turquía”, combatirán “el terrorismo en todas sus formas” y buscarán contrarrestar las “tendencias separatistas” en el territorio sirio.
Ankara también cooperará con Moscú para el regreso de los refugiados sirios que ahora se encuentran en Turquía.
La semana pasada, Turquía acordó con Estados Unidos un alto al fuego en su ofensiva contra Siria, el cual concluyó este martes.
El pasado 9 de octubre, el presidente Erdogan anunció el inicio de la ofensiva militar “Fuente de Paz” contra las milicias kurdas en el noreste de Siria, con el objetivo de crear un corredor de seguridad y alojar allí a los refugiados sirios que se encuentran en territorio turco.
CS