El Gobierno del primer ministro británico, Boris Johnson, perdió ayer por la tarde (322 a 308) una votación que le hubiese permitido apresurar el análisis y la posible aprobación de su acuerdo de salida del Reino Unido de la Unión Europea.
Minutos después, Johnson declaró que “pausará” el promover la aprobación de su Brexit en el Parlamento, y que su administración se dedicará ahora a convencer a los 27 países miembros del bloque a negar al Reino Unido una extensión, lo que le permitiría al conservador cumplir su promesa de salir de la UE “a como dé lugar” el próximo 31 de octubre.
Cada vez se ve más complicada la aprobación del plan de Johnson antes de la fecha límite. Si para los últimos días de octubre no se ha logrado, es probable que los otros 27 países aprueben de forma unánime, de manera exprés, y contra los deseos del conservador, una extensión al 31 de enero de 2020 para evitar un divorcio abrupto, que también afectaría al bloque europeo, especialmente a Francia e Irlanda.
En caso de aprobarse la extensión, tres escenarios son posibles: 1) una elección general este año o a inicios del siguiente que pueda renovar el mandato del gobierno para salir, o no, de la UE -activar una elección requeriría el consentimiento de dos tercios de la Cámara de Comunes-; 2) un referéndum confirmatorio que, cuando menos, incluiría las opciones de apoyar un acuerdo de salida (por ejemplo, el de Johnson) o cancelar el Brexit por completo; y 3) una nueva negociación entre el Reino Unido y la UE para intentar construir un acuerdo que, ahora sí, se apruebe en el Parlamento.
Es importante entender que las opciones del referéndum y la renegociación no se autoeliminan en caso de una elección general: un partido político podría basar su campaña en que se requiere un referéndum confirmatorio para destrabar el Brexit, mientras que otro podría proponer una tercera negociación con la UE. Asimismo, el Partido Liberal Democrático ha dicho que si en una elección obtuviese la mayoría, revocaría el Artículo 50 que inició el proceso de salida y cancelaría Brexit, cosa que siempre ha estado en la mesa pero ningún otro partido la ha considerado seriamente.
Ruta previa
El sábado 19 de octubre, la Cámara de Comunes británica -que no sesionaba en sábado desde hacía 37 años-, aprobó una enmienda para que el primer ministro, Boris Johnson, solicitase una tercera extensión del Brexit, y así garantizar una salida pactada del Reino Unido.
Sin opciones, Johnson envió la misiva a Bruselas.
Asimismo, el lunes 21, el portavoz de la Cámara, John Bercow, quién dejará su puesto el 31 de octubre, bloqueó un nuevo voto sobre el Brexit del conservador. Su argumento fue un precedente legislativo que mandata no más de una votación del mismo tema en un tiempo determinado, posponiendo la discusión al día de ayer.
LEG