Foto: Reuters "Los anuncios de Piñera, no terminará con las protestas sociales, porque no pone fin a los problemas estructurales que causan los abusos", dijo el diputado Daniel Núñez  

Sindicatos y estudiantes lideran una huelga general en Chile con marchas multitudinarias en diferentes ciudades, en la jornada siguiente a que el presidente Sebastián Piñera anunciara una batería de medidas para frenar una ola de protestas que ya deja 18 muertos.

La estatal Codelco, la mayor productora mundial de cobre, estaba parcialmente afectada luego de que sus trabajadores decidieran sumarse a la paralización.

La minera informó que seis de sus ocho divisiones mantenían la mayoría de sus procesos logrando mantener la continuidad operacional, pero su mina Andina se encontraba detenida, mientras que la fundición y refinería Ventanas operaba en nivel mínimo.

“¡La huelga va”!, proclamó en sus redes sociales la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), llamando a marchar en distintas ciudades del país para un “cacerolazo” pacífico.

Piñera anunció en la noche del martes medidas como aumentar pensiones, mejorar la atención en salud y aplicar impuestos a quienes más ganan, pidiendo “perdón” por la falta de visión de los gobernantes en atender la desigualdad que cruza a una de las economías más estables de Latinoamérica.

El mandatario, que en los últimos días se reunió con algunos partidos políticos y representantes de instituciones del Estado, reconoció que la agenda de medidas sociales “no solucionará todos los problemas que aquejan a los chilenos, pero será un aporte necesario y significativo”.

“Los anuncios de Piñera son cosméticos, no terminará con las protestas sociales, porque no pone fin a los problemas estructurales que causan los abusos”, dijo el diputado comunista y presidente de la Comisión de Hacienda, Daniel Núñez.

Hacia el mediodía en Santiago y otras ciudades, gruesas columnas de manifestantes – profesores, trabajadores de la salud, empleados públicos, jubilados y estudiantes – marchaban agitando carteles y golpeando ollas y sartenes con estruendo. En la capital había algunos disturbios que la policía dispersaba con chorros de agua y gases lacrimógenos.

La trabajadora textil Norma Carrasco, de 68 años, caminaba de la mano junto a su marido, diez años mayor que ella. Llevaban una pancarta que decía “En Chile hay jubilaciones de hambre” y contaron a Reuters que entre los dos reúnen una pensión mensual de unos 300 dólares.

“Yo trabajé desde que era niña y mi jubilación no alcanza a ser de 100.000 pesos. Complemento con la ayuda de mis dos hijos para pagar las cuentas y la atención de salud que tenemos es lo que podemos recibir del Estado”, dice ella.

La protesta social también era convocada en redes sociales con la etiqueta #RenunciaPiñera.

DENUNCIAS DE ABUSOS

Pese al cambio de tono y los anuncios, Piñera dijo también que se mantendrá el estado de emergencia que rige desde la madrugada del sábado en Santiago, que dejó a los militares tutelando el orden público. El control militar se extendió posteriormente a gran parte del país.

En redes sociales se multiplicaban fotos y videos con denuncias de abuso de la fuerza por parte de agentes de seguridad, mientras el Gobierno y las militares han afirmado que se están investigando todas las acusaciones.

El Instituto de Derechos Humanos (INDH) dijo que recibió una denuncia de tortura en una céntrica estación del metro de Santiago y urgió a las autoridades a investigar. La corporación pública dijo además que ha registrado 173 civiles heridos por armas de fuego desde el fin de semana.

Hasta el martes había más de 5.400 detenidos, según la Fiscalía, que también investigará denuncias de uso excesivo de la fuerza. El gobierno confirmó que la cifra de muertos había subido a 18.

La ola de protestas se inició hace poco más de dos semanas por un alza en el precio del transporte, pero recrudeció el fin de semana cuando a la movilización se sumaron demandas sociales de larga data.

El peso chileno cerró las operaciones del miércoles con un retroceso de un 0,22% a 725,60/725,90 unidades por dólar, en una sesión que terminó antes de lo normal debido a la nueva jornada de protestas.

 

CS