Productores de trigo de 13 estados de la República y funcionarios de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural dialogaron sobre una propuesta de reconversión de zonas de cultivo de trigo cristalino (propio para pastas) y de maíz de bajo rendimiento hacia la producción de trigo panificable.
El plan apunta a avanzar en la autosuficiencia de este grano panificable, cuya dependencia actual es de 68 por ciento de la demanda nacional.
La reunión fue encabezada por el subsecretario de Autosuficiencia Alimentaria, Víctor Suárez Carrera, y participaron por el organismo Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), Miguel Carrillo y Sergio Márquez, por la Agencia de Servicios a la Comercialización y Desarrollo de Mercados (Aserca), Carlos Salazar, y de la Subsecretaría de Autosuficiencia Alimentaria, Mariel Zamora y Héctor Lugo.
El subsecretario Suárez propuso sostener una coordinación entre funcionarios y productores para luego incorporar también a la industria en el diálogo, y afinar la propuesta de reconversión de trigo a efecto de avanzar efectivamente en una reducción de la dependencia alimentaria en este cultivo básico, en particular en las variedades panificables.
En el encuentro, el Comité Nacional del Sistema Producto Trigo, encabezado por su presidente Jesús Manuel Hernández López, realizó una presentación del sector y resaltó la importancia de abatir la dependencia de importaciones.
El consumo nacional de trigo panificable actualmente suma 5.8 millones de toneladas, de las cuales 4 millones proceden del exterior y sólo 1.8 millones son de producción nacional.
Cifras de la Subsecretaría de Autosuficiencia Alimentaria destacan que en 2018 México produjo dos millones 943 mil toneladas de trigo (de todas las variedades), con un valor de 12 mil 20 millones de pesos. Sonora, Guanajuato, Baja California y Sinaloa aportaron 80 por ciento de ese tonelaje y valor.
La mayor producción se centra en trigos suaves (para pasteles y galletas) y cristalinos o macarroneros (para sémola, pastas). Es necesario fortalecer la producción de trigos fuertes y suaves; los fuertes son altos en proteínas y excelentes para la elaboración de pan.
Los productores asistentes a la reunión –procedentes de Sinaloa, Sonora, Guanajuato, Michoacán, Querétaro, Chihuahua, Baja California, Puebla, Tlaxcala, Estado de México, San Luis Potosí, Oaxaca e Hidalgo— comentaron que la superficie triguera en México, presente en 24 estados de la República, se ha mantenido casi sin cambio en los 15 años recientes, en 738 mil hectáreas, de las cuales 601 mil 330 están en zonas de riego y el resto en temporal.
Sin embargo, entre 1994 y 2004 se observó una fuerte disminución de esta superficie, de 51 por ciento, lo que representa unas 500 mil hectáreas, y el plan busca una recuperación paulatina.
Mostraron consenso al afirmar que el programa de Precios de Garantía –aplicado al trigo panificable, con un precio de cinco mil 790 pesos por tonelada para productores con predios georreferenciados y con entregas por cada uno de hasta cien toneladas– ha resultado positivo, estimula la actividad productiva.
Al respecto, el subsecretario Suárez Carrera afirmó: “Tanto Producción para el Bienestar (que ofrece apoyos directos a productores de granos, a cafetaleros y productores de caña de azúcar), como Precios de Garantía y los demás programas prioritarios del Gobierno de México tienen su permanencia y su presupuesto garantizados, y así lo marca el Plan Nacional de Desarrollo. Esto da una señal muy clara para incentivar la producción. Sobre esa base firme podemos trabajar para dar pasos hacia la autosuficiencia alimentaria”.
Los productores pidieron ampliar en Precios de Garantía el límite de 100 toneladas y que se incorpore también a la semilla de trigo como objetivo del programa para fortalecer la oferta de este insumo fundamental en las variedades que demanda la industria.
El responsable en Segalmex de Precios de Garantía, Miguel Carrillo, afirmó que las posibilidades de ampliación de este programa dependen del presupuesto y, con base en el lema del Gobierno de México de “primero los pobres”, se atiende primero a los productores de menor escala, pero en la medida que año con año el programa cuente con más dinero se irá incorporando a productores de estratos mayores.
En la reunión se estableció que Baja California, Guanajuato, Sinaloa y Sonora cuentan con condiciones propicias para reconvertir tierras de siembra de trigos cristalinos a trigos panificables. Asimismo, hay posibilidades de cambiar el patrón de cultivo de maíz de temporal del ciclo primavera/verano con bajos rendimientos hacia trigos panificables en Coahuila, Chiapas, Chihuahua, Durango, Guanajuato, Hidalgo, Estado de México y Michoacán.
Se definió además que la estrategia de impulso al trigo panificable debe ser integral: implicar investigación y generación de semillas mejoradas, asistencia técnica permanente en transferencia de tecnología, infraestructura y equipamiento para centros de acopio, maquinaria agrícola; asimismo, fortalecimiento de los sistemas producto estatales y organización local y nacional; fórmulas de negociación para el transporte ferroviario; mecanismos de certificación y diferenciación de precios para que se premien las mejores calidades; compromiso de la industria para valorar tales calidades, etcétera.
Asimismo, se habló de la importancia de transitar hacia sistemas agrícolas sustentables, de contar con estaciones meteorológicas para prever y aprovechar las horas frío y de saber aprovechar insumos propios de la naturaleza como las lombricompostas.
Cabe señalar que el pasado 30 de septiembre el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos Arámbula, y el titular de Segalmex, Ignacio Ovalle Fernández, anunciaron la apertura de los centros de acopiopara el programa Precios de Garantía para maíz y frijol.
fahl