Chignahuapan, Puebla, un destino para viajar con la familia, pareja o amigos este fin de semana, en donde se pueden apreciar las riquezas naturales del lugar, las aguas termales, así como los talleres y fábricas de esferas, con las que se adornan los hogares en Navidad.
En este Pueblo Mágico, situado a unas 2:30 horas de la Ciudad de México, los viajeros encontrarán en su plaza principal la colorida parroquia y su quiosco estilo mudéjar.
De acuerdo con la Secretaría de Turismo (Sectur), la mejor vista de este sitio turístico se obtiene desde el Cerro Colorado, donde se puede admirar el valle, y las casitas de colores y techos de teja.
Entre los atractivos del lugar están: las aguas termales, la Cascada El Cajón, la Iglesia del Honguito, la Plaza de armas, el Museo-Acuario Casa del Axolote, el Santuario del Honguito, entre otros.
En su portal de Internet, la Sectur refiere que entre los sitios sugeridos para comer se encuentran el mercado del municipio, donde los viajeros pueden degustar la mejor barbacoa de la región con su respectivo consomé de borrego, así como tlacoyos de alverjón, también hay mole poblano.
Como postres están los dulces de calabaza, tejocote, conservas y jaleas de frutas, jamoncillos de pepita y de piñón, dulces de leche, cuernitos de higos, pan de queso; y vinos y licores de frutas como digestivos.
Chignahuapan proviene del náhuatl: chicnahui, que significa (nueve); atl, que significa (agua); y el sufijo pan, que significa (sobre).
Durante la era prehispánica la zona fue ocupada por totonacas, quienes para el siglo X empezaron una coexistencia con nahuas, otomíes y tepehuas. En 1527 es fundada la población de Santiago Chiquinahuitle, sitio al que llegaron misioneros a establecerse como centro para adoctrinamiento y conversión.
En esta localidad se produce loza de barro rojo, ollas, cazuelas y macetas, además de tejidos de lana, cobijas, capas y otras piezas de vestir.
Asimismo, se producen millones de esferas navideñas cada año, pues hay más de 200 fábricas y talleres.
gac