El pasado sábado el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, tuiteó el reporte de la Policía Nacional Civil (PNC), en el que se reportaron cero homicidios el día 25 de octubre. A pesar de que sólo es la información de un día, la reducción en el país de los homicidios ha sido una constante durante su gobierno. Durante los primeros 81 días de su mandato, se redujo el promedio diario de homicidios pasando de 8.8 a 5.71. Lo que ha sucedido en el país Centroamericano ha sido importante, ya que hasta hace poco era considerado como el país más violento del mundo. Hubo un periodo en que el número de homicidios se redujo, pero fue consecuencia de la tregua acordada entre el gobierno, la iglesia y los líderes de las pandillas, que otorgaron ciertos privilegios para las bandas, lo que no necesariamente se tradujo en una reducción de la incidencia delictiva.
La estrategia del país Centroamericano se centra en el Plan de Control Territorial que busca reforzar la presencia del ejército y de la policía en zonas controladas por las pandillas. La estrategia consiste en 3 puntos principales. Atacar las finanzas de las pandillas, con la finalidad de evitar el blanqueo de dinero que obtienen de la extorsión; cortar la comunicación en las cárceles, además de una depuración de los custodios que trabajan en los centros, dado que las órdenes de los homicidios y de extorsiones principalmente salen de ahí; y, recuperar los centros de las ciudades con la instalación de cámaras de seguridad y de una mayor presencia de las fuerzas policiacas para controlar los territorios. Aquí vale la pena hacer hincapié en que lo deseable es que no sólo se incremente el número de cámaras, sino que se agreguen plataformas geoespaciales que se alimenten de tecnologías de última generación como el deep learning, el machine learning y la inteligencia artificial, para que mediante procesos digitalizados y automatizados se requiera menos la intervención de la mano humana y contar así con herramientas de diagnóstico para la toma de decisiones.
Asimismo, se ha reforzado la seguridad de sus cuerpos militares, con la entrega de equipo de protección a los elementos de las Fuerzas Armadas asignados al plan de control territorial. El plan estipula que las acciones sean focalizadas, ya que las estrategias se centran en 12 de los 262 municipios del país. Aún es muy pronto para asegurar que el Plan de Control es exitoso, por lo que habrá de dar más tiempo para analizar a fondo sus resultados, pero por lo pronto, es un logro que la administración de Nayib Bukele haya logrado que la alerta que no viajar al país haya sido removida por el gobierno de los Estados Unidos.
Cada país sigue su propia estrategia en función de lo que se vive ahí. No necesariamente porque funcione en el territorio A, va a funcionar en el territorio B. Eso va a depender del análisis que se realice, de las estrategias que se implementen y del seguimiento de las medidas para saber cuándo es necesario corregir. Esto viene a colación, porque se ha anunciado que el gobierno de Guatemala quiere replicar la misma estrategia, que puede funcionar, pero adaptándola a su propio entorno. En el caso de la estrategia de seguridad de nuestro país, valdría la pena voltear a ver lo que han hecho otras naciones como El Salvador, especialmente después de lo sucedido en Culiacán, hecho que puede ser calificado como narcoterrorismo, por lo que la implementación para combatirlo debe ser distinta.
Hay que estar consciente que nuestro territorio es más grande y diverso, y que presenta diferencias importantes, ya que la problemática de Guanajuato no es la misma que la de Guerrero, o la de Veracruz. Actualmente se ha optado por soluciones que buscan la recuperación del tejido social y atacar las causas que originan la violencia, sin embargo, este tipo de políticas —si bien son necesarias—, son de largo plazo. Hace falta contar con estrategias focalizadas que ataquen delitos específicos y reforzar la estrategia general, combatiendo las finanzas de los cárteles, impidiendo el tráfico de armas de Estados Unidos a México (esto ha tenido un avance con la creación de una comisión binacional anunciada por la SRE) y estableciendo una discusión seria sobre la legalización de las drogas que generan la violencia. Además, de reiterar que es necesaria la profesionalización de las policías y el combate a la corrupción y a la impunidad. Todas las medidas que tengan como objetivo la pacificación del país, son necesarias.
* Arturo Ávila Anaya, presidente IBN/B Analitycs y experto en Seguridad Nacional por Harvard (NIS).