Una vez más los muertos invadieron la Ciudad de México, en un desfile de más de cinco kilómetros lleno de colores, música, carros alegóricos, catrinas, catrines y elementos representativos de la cultura y la tradición mexicana.
A sólo unos días de las celebraciones de los difuntos (1 y 2 de noviembre), más de 2.6 millones de personas, tanto nacionales como extranjeras, asistieron al Desfile Internacional de Día de Muertos, que partió de la plancha del Zócalo con dirección a la Estela de Luz, pasando por la calle 5 de Mayo, Avenida Juárez y Paseo de la Reforma.
A lo largo del recorrido, los espectadores fueron separados de los espíritus de los muertos mediante una valla, para poder observar con alegría el paso de personajes emblemáticos de la cultura mexicana, como luchadores enmascarados, charros cadavéricos, y parejas de catrines danzando, así como un carro alegórico con una Frida Kahlo monumental.
En este evento, considerado como único en el mundo, participaron representantes de cinco países, cinco estados de la República y un municipio como invitados, además del apoyo del sector privado, en especial, del comercio organizado de la CDMX. Más de mil 500 personas estuvieron involucradas en la realización del desfile, entre voluntarios y staff.
El Desfile Internacional de Día de Muertos sólo es comparado con el Carnaval de Río de Janeiro, en Brasil, por la cantidad de personas que asisten, y ha ganado un espacio y reconocimiento a nivel internacional en París, Londres, Berlín, Nueva York, Toronto, Montreal, Chicago y hasta en el Mundial de Rusia 2018, en cuyas ciudades se presentó una muestra de este desfile con gran éxito.
Aunque está basado en una de las más emblemáticas tradiciones mexicanas, este desfile en particular tiene su origen en 2015, cuando se estrenó la película James Bond: Spectre, donde en una de las escenas iniciales se observa un desfile de Día de Muertos en las calles de la Ciudad de México.
Un año después, las autoridades de la Ciudad de México aprovecharon la publicidad realizada por la película del conocido agente británico para realizar el primer Desfile Internacional de Día de Muertos, comenzando una nueva tradición en la Ciudad de México.
LEG