Por dos frentes, el primer ministro británico, Boris Johnson, sufrió ayer sendos impactos a su estrategia de salida de la Unión Europea (UE).

El grupo de los 27 acordó ayer aplazar el Brexit hasta el 31 de enero… al tiempo que Johnson afirmaba que seguiría adelante con su intento de poner fin a la parálisis política con una elección adelantada el próximo 12 de diciembre.

La programada salida del Reino Unido del bloque es prácticamente imposible de concretarse este 31 de octubre, en parte porque los políticos británicos aún discuten sobre cómo, cuándo o incluso si el divorcio debería tener lugar.

Horas después de que la UE respaldó la prórroga, Johnson intentó forzar la elección anticipada al 12 de diciembre, con la esperanza de lograr una mayoría en el Parlamento. Sin embargo, en su tercer intento de convocar tal elección reunió solo 299 votos, por debajo de los 424, o dos tercios de la cámara, que necesitaba.

Después de la votación, Johnson dijo que volvería a intentarlo a través de una ruta legislativa que solo requeriría una mayoría simple.

“No permitiremos que esta parálisis continúe y, de una forma u otra, debemos proceder directamente hacia una elección”, dijo Johnson al Parlamento.

“Esta Cámara”, agregó, “ya no puede mantener a este país como rehén”.

Tras casi cuatro años de tortuosas discusiones, Reino Unido sigue dividido por el divorcio. Si bien casi todos los políticos británicos están de acuerdo en que se necesitan elecciones, quieren infligir el máximo daño político a Johnson, que lidera las encuestas de opinión, al evitar que su acuerdo de último minuto sea ratificado antes de la votación.

“Tenemos un gran acuerdo nuevo, y es hora de que los votantes tengan la oportunidad de pronunciarse sobre ese acuerdo, y de reemplazar este Parlamento disfuncional con un nuevo Parlamento que pueda lograr el Brexit para que el país pueda seguir adelante”, detalló Johnson sobre su nueva ruta.

La salida de Gran Bretaña ya se ha retrasado dos veces, desde el 29 de marzo hasta el 12 de abril, después de que la predecesora de Johnson, Theresa May, no logró ratificar su acuerdo en el Parlamento.

En una carta al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, Johnson aceptó de mala gana la demora acordada en Bruselas, diciendo que bajo la ley británica no tiene otra opción.

“Esta prolongación no deseada de la membresía del Reino Unido en la UE es perjudicial para nuestra democracia”, expresó Johnson, y agregó que insta a los estados miembro de la UE a dejar en claro que no podría haber más extensiones después del 31 de enero.

Si ningún país de la UE se opone hoy, la prórroga se habrá adoptado formalmente.

LEG