El operativo fallido de Culiacán, Sinaloa, que terminó con la liberación de Ovidio Guzmán, presunto narcotraficante del Cártel de Sinaloa, pudo haberse ganado pero se impuso una razón de Estado, consideró Alfonso Durazo Montaño, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, durante la relatoría de los hechos que se presentó en la conferencia del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
“En la decisión de retirarnos del inmueble (fraccionamiento de Tres Ríos, donde estaba el hijo del Joaquín “El Chapo Guzmán”) ya controlado en el que se encontraba el presunto delincuente privó una razón que, de tan profunda, se convierte en razón de Estado: la salvaguarda de la vida e integridad física de aquellos que no figuraban entre los beligerantes.
“En Culiacán habría sido fácil recurrir a un combate de exterminio sin cuartel, no respeto a las garantías individuales y al final de cuentas habríamos ganado, pero ¿a qué costo?”, cuestionó.
El funcionario resaltó que esa estrategia de declarar la guerra a la delincuencia organizada, que fue aplicada desde el sexenio de Felipe Calderón, sólo trajo el fortalecimiento de estos grupos.
Por lo que el operativo fallido no invalida toda la estrategia de seguridad enfocada a garantizar la paz en el país.
“El plan de paz y seguridad parte de un principio rector: la paz y la tranquilidad son fruto de la justicia, no hay otra ruta hacia la seguridad, no creemos en los falsos atajos de la violencia”, destacó.
DAMG