El secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Víctor Manuel Toledo, rechazó que el gobierno intente “destruir” la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio).
“En redes sociales está circulando una noticia falsa, a todas luces mal intencionada, que afirma que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) busca destruir a la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio). La afirmación, nunca demostrada, difama además al titular de esta Secretaría”, dijo el encargado de la política ambiental del país.
Luego de que el doctor Jorge Soberón, y quien fuera el primer secretario ejecutivo de esta institución, denunció a través de su cuenta de Facebook la intención del gobierno de desaparecer a la Conabio, una de las instituciones reconocida a nivel mundial en el estudio de genes, ecosistemas y especies.
El doctor Soberon subió a la plataforma change.org una petición al presidente Andrés Manuel López Obrador para que “No vayan a matar a la Conabio”.
El titular de la Semarnat aseguró que “es del conocimiento público que la Conabio arrastra una situación anómala o excepcional dentro de la Administración Pública Federal, la cual fue detectada desde 2013 por una fiscalización de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), misma que en un documento de 23 páginas recomendó la inmediata transición de la Conabio, de comisión intersecretarial a organismo público descentralizado, instrucción que nunca fue atendida”, señaló a través de un comunicado.
El secretario agregó que, como contraparte, “y en un acto de buena fe”, la Semarnat se comprometió a transferir recursos a la Conabio por un total de 35 millones de pesos “con el objeto de coadyuvar a paliar su precaria situación”.
La Conabio depende de un fideicomiso público-privado, que en el artículo 17 de la Ley Federal de Austeridad quedó prohibido, el Fondo para la Biodiversidad, donde aportaban recursos la Agencia de Cooperación Internacional de Japón, el Banco Mundial la Fundación Carlos Slim, el Global Enviromental Facility y la UNAM, con donaciones deducibles de impuesto.
fahl