El aumento a los impuestos en el tabaco provocará un incremento del contrabando de cigarros alentado por el crimen organizado, además de que será el consumidor, y no la industria, quien resentirá de manera directa el ajuste que sufrirá este producto a partir del próximo 1 de enero, alertó el presidente del Consejo Nacional de la Industria Tabacalera (Conainta), Edgar Martínez.
En una entrevista para 24 HORAS, Martínez dio conocer que el aumento al Impuesto Especial sobre Productos y Servicios (IEPS) a este sector, incluido en la Miscelánea Fiscal de 2020, se traducirá en un incremento de al menos 15 centavos por unidad, al pasar de 35 a casi 50 centavos, lo que significa que una cajetilla de 20 cigarros podría registrar una subida de hasta 8 pesos.
Además de considerarla como un duro golpe para el consumidor, para los representantes de las empresas tabacaleras, la medida será generadora de un mayor contrabando proveniente de países como China, Vietnam y Paraguay.
Datos de la Conainta revelan que son 3 mil millones de cigarrillos ilegales los que circulan actualmente por el mercado negro nacional a precios mucho más bajos que en expendios autorizados, pero sin ningún control sanitario.
Se trata, apunta, de una red de contrabando a escala internacional, que implica una amplia cadena de complicidades que se ha sofisticado en los últimos 8 años.
“El grave problema es el riesgo para la salud que ello representa. Está comprobado que los cigarros de contrabando llegan a contener pasto, cabello humano, aserrín y heces de rata”, sostuvo Edgar Martínez.
El industrial recordó que en 2011 se registró un incremento abrupto al tratamiento fiscal a este sector, con un ajuste de 7 pesos por cajetilla. En ese entonces, afirmó, el mercado negro pasó a representar del 2% al 17% de las ventas totales.
“Esta situación hace que, además de los gravísimos riesgos sanitarios que surgen, el SAT deje de recaudar cerca de 5 mil millones de pesos anuales”, advirtió.
Nuestra industria, dijo Martínez, no está en contra de pagar impuesto y que existan incrementos, pero éstos deben darse “sin romper el mercado”. Insistimos en que el aumento se debe hacer “de forma moderada, gradual y previsible para no afectar el bolsillo del consumidor y evitar que este tipo de medidas alienten al crimen organizado”, afirmó.
LEG